Formación – Solidaridad Internacional › Foros › Cómo trabajar la interculturalidad en la educación secundaria › FORO DE DEBATE DE LA UNIDAD › Respuesta a: FORO DE DEBATE DE LA UNIDAD
Entre algunas de las mis experiencias interculturales personales destacaría mi año de intercambio en Alemania cuando tenia 13 años, donde tuve la oportunidad de vivir con una familia alemana y asistir a un colegio alemán durante un año o el voluntariado internacional educativo de seis meses que realicé en Ghana. A pesar de ser experiencias tan diferentes y contrastadas, ambas moldearon mi carácter y mi percepción de la realidad de manera definitiva.
Mi experiencia intercultural personal ha sido prácticamente siempre enormemente satisfactoria y nutritiva sin embargo creo que muy a menudo, sobre cuando todo somos jóvenes nos dejamos llevar inconscientemente por estereotipos y generalizaciones. Por otro lado, y teniendo en cuenta las estadísticas recogidas en el módulo “1.3.2 La diversidad cultural en Euskadi” creo que la vida familiar, enormemente influyente en la educación y percepción de los niños, esta dejando de ser un fundamente seguro para el desarrollo cultural de los niños.
En mi opinión la buena convivencia entre personas de culturas diferentes no viene exclusivamente marcada por una educación cultural basada en “hablar y conocer a personas de culturas diferentes” sino en destrezas y competencias a menudo completamente olvidadas en nuestros sistemas educativos. Me refiero concretamente a la inteligencia y alfabetización emocional. A lo largo de los 10 o 12 años de educación primaria y secundaria el interés de colegios e institutos en abordar temas como las emociones, los sentimientos, la empatía o las capacidades sociales de los niños es prácticamente nula. ¿El resultado? jóvenes sin la menor capacidad, interés, esfuerzo ni preocupación por nada que no sea el ombligo propio, lo que constituye una enorme barrera una educación intercultural plena y satisfactoria.