Respuesta a: Debate Módulo 3

#3109
Andrea Peñaloza
Moderador

Buenos días a todos.
Considero que este módulo nos introduce en el núcleo duro del curso. La perspectiva teórica sobre alteridad, presentada en la unidad II y III en definitiva plantea de una forma muy amplia el problema de la frontera cómo lugar de pugna política, social y cultural. Pensando en el caso de Europa frente al Mundo Islámico y los múltiples conflictos que atraviesan un punto álgido, considero fundamental pensar en la cuestión de la representación. La instrumentalización de disrcusos de odio que vienen aparejados de políticas públicas y gubernamentales han forjado un imaginario colectivo impregnado de prejuicios.
El cambio en la retórica y la reconfiguración del discurso, sin duda tiene un punto de inflexión: el 11 de septiembre del 2001. A partir de allí la introducción del concepto de Terrorismo ha dinamizado y resquebrajado la comunidad política en el Mundo Islámico, soslayndo el calibre del conflicto, desconociendo y deslegitimando la lucha política de distintos actores. Para este apartado los invito a acercarse a la gran obra del maestro Edward Said, “Orientalismo”, una perspectiva teórica muy interesante sobre la construcción de la alteridad, esa configuración entre el “yo” y el “otro” desde unos centros de poder que guían el discurso oficial.

Respondiendo a tu pregunta sobre la función de las fronteras en mi lugar de residencia, considero que la crisis de las fronteras en Colombia es una cuestión estructural, una vez más resultado de la Herencia Colonial y los procesos independentistas que ha dejado el territorio mutilado, sobre todo después de la perdida de Panamá. Con relación a la problemática actual con la crisis entre Venezuela y Colombia, es muy importante pensar el conflicto desde una perspectiva global y política. La ubicación geográfica tanto de Colombia como de Venezuela es un punto focal del conflicto, puesto que ambos países poseen una gran riqueza de recursos naturales tanto renovables como no renovables, que los úbican como un punto estrátegico para las potencias. Pensar el conflicto desde unas dimensiones políticas en el ajedréz geográfico mundial permite pensar el conflicto actual desde una perspectiva más amplia. Recordemos que el flujo migratorio entre Venezuela y Colombia por la zona del Catatumbo, la Guajira, y Norte de Santander -principalemnte-, ha sido una constante a lo largo de la historia. La división arbitraria después de los procesos independentistas y el fracaso de la Gran Colombia, dejaron separadas a comunidades históricamente unidas, como las comunidades Bari y Wayúu. En ese sentido, el flujo ha sido multidireccional. Sin embargo en los últimos 15 años, la crisis política derivada de la caída del gobierno revolucionario en Venezuela a colocado en jaque a la región completa, afectando prioritariamente a Colombia.
Justo ahora, cómo cada 3 años, la instrumentalización del discurso sobre derecha e izquierda, en materia política hace de la crisis una oportunidad perfecta para los contendores, quienes crean toda su retórica a partir de representaciones de otredad y alteridad, “lo que es de izquierda y lo que es de derecha”.

Un saludo.

Andrea Peñaloza