Respuesta a: Foro del Módulo 4

#3977
MaiteMB
Moderador

¡Buenos días, Ane!

Muchas gracias por los materiales y las reflexiones planteadas.

Respecto a las preguntas que proponías en tu primer comentario, considero que no podemos aspirar a un único modelo de desarrollo, ya que cada sociedad parte de una realidad muy distinta. Es decir, si el contexto, las tradiciones, las oportunidades… con las que cuenta cada país son diferentes entre sí, el desarrollo ha de tomar esto como base para, a partir de ahí, poder desarrollarse. Además, considero imprescindible para ello contar con la participación de las personas que conforman esa sociedad, pudiendo atender así sus necesidades reales y particulares, y no basándose en unas “necesidades tipo” generalizadas para todo el mundo o todo el continente como en ocasiones creo que ha sucedido en África debido a nuestro imaginario colectivo equivocado.

Además, el riesgo en todo este proceso es la selección de prioridades. En gran parte de estos procesos considero que es la economía la que está por delante del resto de ámbitos, sirviendo de medición del desarrollo y crecimiento. Sin embargo hemos de tener presente que la economía se da dentro de otros marcos finitos como el medio ambiente. Es decir, si el medio ambiente y la biosfera tienen límites y son finitas, la economía, que se desarrolla dentro de ella, debería tenerlo, por lo que no hemos de prestar atención únicamente a la economía. El capitalismo es esto lo que ha logrado, que la economía sea el centro y otros ámbitos de mayor importancia queden en la periferia, al margen. Por eso considero importantísimo atender y prestar atención a las propuestas que vienen desde los feminismos, por ejemplo, exigiendo poner la vida en el centro para, a partir de ello, poder mirar hacia otros ámbitos.

Creo que partiendo de aquí, de colocar la vida en el centro, es más sencillo construir una realidad menos hostil, contando con todas las voces que la conforman. Además, vinculándolo a las temáticas propuestas en este curso, hemos de prestar atención a esas personas que han sido invisibilizadas en estos procesos, las mujeres de la periferia. Son ellas las que tienen voz propia que hemos de escuchar para crecer y aprender de ellas y mirar hacia dentro, hacia nuestra deconstrucción común e individual.

El desarrollo tiene que partir de las necesidades de las personas para llegar a aquello a lo que aspiran prestando especial cuidado al proceso y, cómo no, colocando la vida en el centro.

Muchas gracias.