En primer lugar, me disculpo por no haber podido paricipar antes en el foro. Siempre aprendo mucho de las aportaciones y en este caso coincido en que el tema de las masculinidades no se trabaja suficiente en la coeducación, tal como está planteada actualmente, al menos en la educación formal. De hecho, considero que la coeducación en sí misma tiene poco espacio en la educación formal, al menos en la secundaria. El espacio de la tutoría queda muy limitado para abarcar un espectro muy amplio de temáticas. Y la concepción de temáticas tan fundamentales como ejes transversales de todo el currículo hace que a menudo pasen inadvertidos o invisibilizados para alumnado y profesorado, quedando muchas veces a la iniciativa, interés y actitudes del profesorado. Por tanto, es necesario plantear espacios en la educación formal para la coeducación en general y para el trabajo de las masculinidades en particular.