Respuesta a: Módulo 1

#692
AndreaB
Moderador

Buenas tardes,

Un placer leer el material elaborado y las reflexiones extraídas por cada una de las compañeras.

En relación a la primera pregunta planteada y sin poder añadir mucho más a lo ya expresado por las compañeras anteriormente, diría que sí, que conocer el recorrido histórico, las luchas que se han ido sucediendo en la historia en un continuo proceso de democratización lleno de luces y sombras es necesario. Necesario siempre que no nos dejemos llevar por enfoques androcéntricos, etnocéntricos y de clase. Conocer sin caer en el establecimiento de principios y estándares aplicables a toda sociedad, en cualquier momento histórico, sin esperar que el relato historiográfico imperante sea el único, ni que de éste pudiera aprender toda sociedad.

Tener datos sobre los acontecimientos cercanos a la Rev. Francesa, por ejemplo, nos ayuda a cuestionarnos en sí mismo el relato, hablar de Rousseau, de Robespiere, de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, de la guillotina… Nos haría pensar que los únicos implicados en esta revolución, hubiesen sido hombres, blancos y burgueses. Dejaríamos de lado los cuadernos de quejas y lamentos de los campesinos y campesinas, las sociedades de mujeres burguesas que se agolpaban en lo salones, las movilizaciones de “pan y grano”, o a Olympia de Gauges.
Conocer cómo se cuenta la historia, nos ayuda a identificar la cantidad de actores implicados que quedan fuera de su relato, la cantidad de historias que nadie cuenta y la cantidad de “nadies” a los que no puede aplicarse las historias contadas.

En relación a la segunda pregunta, vuelvo a no tener mucho más que aportar, pero diría que los derechos humanos suponen en sí mismos una cuestión de mínimos, una estandarización de los límites que las sociedades actuales con sus muy distintas idiosincrasias han marcado cómo válidos para el desarrollo de la vida humana en comunidad. De cómo se hagan efectivos esos derechos, de la permeabilidad que exista en su materialización en cada sociedad y su adaptabilidad a ésta, devendrá un verdadero triunfo de su instauración.

Podría ser objeto quizás de futuros debates el cuestionamiento de si en la praxis, no podría tildarse la teoría de derechos humanos de un buenismo que homogeneiza las distintas formas de organización social existentes en el mundo.