Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 1 › Respuesta a: Módulo 1
Kaixo!
Yo llego muy tarde al foro, pero la verdad es que leer vuestros aportes es muy interesante.
Al leer la primera pregunta, lo que se me ha planteado es el relativismo cultural. Creo que es necesario saber de dónde venimos y cómo se llegó a la conceptualización de los DDHH a partir de la revolución francesa. Pero lo que quizás no tiene sentido es valorarlo desde nuestra realidad actual, eurocéntrica, blanca, … porque nos lleva a juzgar una realidad lejana (en el tiempo, en cultura, tradición) desde nuestra construcción social. Y este relativismo es el que también critican a los DDHH desde contextos africanos por ejemplo y ha llevado a “interpretar” los DDHH a su realidad social, cultural, religiosa… La Carta de Banjul “establece como compromiso ratificar la dedicación de la OUA al anticolonialismo y fomentar la tradición histórica y los valores de la civilización africana”. Por lo tanto, reconociendo los valores que han existido antes de la presencia europea en el continente, todos los aportes y avances en la garantía de los DDHH son positivos y esta Carta (más cercana en el tiempo) es el único instrumento continental que afirma la interdependencia de todos los derechos (derechos de las tres generaciones).
En relación al principio de universalidad, es un concepto que me genera dudas en cuanto que derechos recogidos en el marco normativo de DDHH no son garantizados para todas las personas (por ejemplo, la igualdad). Creo que habría que hacer una diferenciación entre la población africana urbana (con más probabilidad de estudiar) y la población rural, puesto que en la zona rural la gran mayoría de personas trabajan cada día por subsistir. Creo que no solamente la institucionalidad de los DDHH está lejos de estas poblaciones rurales, también la institucionalidad gubernamental está ausente en muchos casos. Sin embargo hay organizaciones (sociales, internacionales, feministas, etc.) que están trabajando para que estas poblaciones conozcan cuáles son sus derechos y sepan cómo poder exigir su cumplimiento, “aprovechando” que sus países han ratificado instrumentos que les obligan a garantizarlos y adaptar su marco normativo. La vulgarización de los DDHH es una estrategia habitual, hacer comprensibles los DDHH a la población traduciéndolos a sus idiomas propios y utilizando materiales adaptados a sus capacidades. Por ejemplo, utilizar imágenes para hacer llegar el mensaje a mujeres analfabetas.
A pesar de que todavía queda mucho trabajo para que las poblaciones más vulnerables (que suelen ser las que más violaciones de derechos soportan) se apropien de los DDHH, creo que se está logrando avanzar en ello y estos colectivos están reclamando la garantía de sus derechos.