Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 2 › Respuesta a: Módulo 2
Yo desgraciadamente tampoco he tenido el placer de visitar el ningún país del continente africano, pero he conocido, aunque sea de manera sucinta a mujeres que trabajan directamente en el ámbito de prevención de la mutilación genital femenina en Navarra y respecto a la pregunta:
¿Tiene sentido penalizar o criminalizar la mutilación genital femenina/poligamia/matrimonios precoces/violencia de género/privación de herencia o de la tierra en los países africanos donde se siguen realizando dichas prácticas (muchas veces a pesar de la prohibición en la ley)? ¿Qué medidas en la lucha contra estas prácticas te parecen más adecuadas?
Centrándome en la MGF, personalmente considero que no se debe criminalizar este tipo de prácticas porque sería una especie de alarde de superioridad moral ya que estamos juzgando sin tener en cuanta la realidad de estas mujeres y el estigma que supone la NO-mutilación dentro de su contexto sociocultural. Pero que no se me malinterprete, criminalizar no quiere decir que piense que se deban tomar acciones al respecto contra este tipo de prácticas tan nocivas para las mujeres y niñas de los países en los que se practica. Todo lo contrario, creo que se debe trabajar con las propias comunidades, sensibilizando y concienciando sobre el impacto que tiene en la vida de estas personas estos “rituales” e incluso ofreciendo alternativas. Pero evidentemente, todo esto desde una posición de igualdad entre culturas sin intenciones de poner una sobre la otra y dar ejemplos “de buenas prácticas” como si las que se realizasen fuesen completamente inmorales. Espero haberme explicado.
Como he dicho al principio he conocido a una mujer, Fatima Djarra Sani, que trabaja en la ONG en la que he hecho voluntariado y a la que Gobierno de Navarra le otorgó en 2019 un premio en reconocimiento por su lucha contra la MGF. Aunque la mayor parte de su trabajo lo desarrolla aquí (sensibilizando y previniendo la mutilación en el caso de niñas que vuelven a sus países de origen con sus padres donde se práctica a través de la firma de “un compromiso preventivo”, se valora su posicionamiento respecto a la MGF y según esto se deriva a otras acciones) otra parte también la ha desarrollado dentro de su comunidad como mediadora. Labor que, he de añadir, me parece imprescindible en la lucha y sensibilización contra la MGF ya que es más fácil recibir y acoger los mensajes provenientes de una persona que forma parte de dicha comunidad y además entiende de primera mano lo que supone esta práctica. Para ello, antes reciben una formación que las capacita como mediadoras y ellas mismas explican que incluso siendo quienes son, sufren cierto rechazo por creer que “occidente las ha cambiado”, si es difícil para ellas que conocen su propia cultura y miembros, para mí sería impensable que esta función la realice otro tipo de personas (hombres, mujeres blancas occidentales, etc).
Para mí el trabajo está en y con la comunidad. Dictar leyes en comparación casi parece sencillo, pero cambiar una mentalidad es otro nivel de trabajo y profundización porque se trata de remover tradiciones, legado histórico, costumbres etc. Parte del trabajo está en los mensajes, en cómo construimos las realidades, en una sensibilización que describa verdaderamente lo que sucede, lo que implica estás prácticas. Y por supuesto “ofrecer alternativas, oportunidades” porque no debemos olvidar las razones por las que aún se realiza (por ejemplo, preocupación porque su hija no se case si no es mutilada al ser considerada impura) trabajar con respecto a todas estas ideas, los roles, etc. Es complicado, yo no tengo una solución definitiva, pero insisto en que gran parte está ahí y en el cambio de las condiciones económicas ya que feminización de la pobreza también tiene que ver en la desigualdad de género retroalimentada por la misma que aboca en general en peores condiciones de vida y injusticias para las mujeres y niñas del mundo.