Respuesta a: Módulo 2

#785
carmen
Moderador

Hola a todas, lamentablemente no he trabajado en África pero sí he conocido regiones donde se han identificado casos de MGF, no tan extendida ni tolerada como en el continente africano, pero al vivirlo de cerca, empecé a reflexionar y a estudiar sobre el tema y parto de una premisa báscica, es una violación de los derechos de las mujeres y una forma por tanto de violencias. Con otras prácticas puedo cuestionarme más este enfoque dde imponer una visión eurocéntrica o imperialista desde occidente pero en este caso, he tenido pocas contradicciones al respecto, en torno a la tolerancia de prácticas y culturas que la perpetúan bajo la definición de procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos.

Para trabajarlo por tanto, nos enfrentamos a una situación muy compleja que requiere un enfoque integral con el objetivo de evitar sus implicaciones físicas, psíquicas, sociales y legales mediante sobre todo la prevención y en algunos casos, la atención acompañada de procesos de protección. Para ello, es imprescindible mejorar la condición y la posición de las mujeres a través de estrategias de empoderamiento individual y colectivo en el entorno local teniendo en cuenta esa diversidad cultural. Las actividades a promover deben seguir una dinámica participativa, priorizando en todo momento el protagonismo y la aportación de las personas titulares de derechos (mujeres y niñas ). La incorporación de mediadoras y mediadores a la intervención es determinante para lograr los objetivos con gran influencia de líderes religiosas o matrones qeu tienen gran reconocimiento en las comunidades.

La formación de todos los sectores involucrados en prevenir y combatir la mutilación genital es una herramienta fundamental para evitar estereotipos y concepciones erróneas.

Las grandes dificultades nos las topamos generalmente en el inicio, en el primer acercamiento, puesto que los valores y la cultura de sus países otorgan a la práctica de la mutilación muchos aspectos positivos y ponerlos en cuestión supone una ruptura con las propias creencias. Así, todas las actividades dirigidas a la población de riesgo tienen por objeto desarrollar un cambio de valores, un empoderamiento y una visión más global de la sociedad que tenga como resultado final el rechazo a la práctica de la MGF. Esto implica un trabajo a largo plazo, centrado en varias intervenciones a nivel social y a nivel sanitario a lo largo del tiempo. Esto implica a mujeres y niñas así como a los hombres. Es importante comprometera toda la comunidad por el peso en la toma de decisiones y en los cambios de actitud.

En esta coyuntura se definirán actividades paralelas para que las mujeres ganen poder sobre los recursos y las condiciones necesarias para acceder a un mayor nivel de salud y autonomía en la toma de decisiones y en la distribución desigual de recursos y oportunidades sociales para hombres y mujeres por el mero hecho de serlo siempre garantizando la coordinación y el trabajo en red de todas las entidades públicas y privadas presentes en al comunidad, por ejemplo, con el diseño y la aplicación de protocolos, dotación de equipamiento e infraestructura y formación a personal sanitario.

En definitiva, al leer sobre las experiencias en MGF siempre destaco elementos claves que han contribuido a superar esta práctica nociva, y está muy relacionada con elementos donde se combinan iniciativas siempre desde lo local que desarrollan actividades para empoderamiento con mujeres y con sus comunidades vinculando a los hombres también para el cambio de actitudes y en colaboración con las estructuras del estado y las capacaidades de las organizaciones de la sociedad civil.

Seguimos reflexionando porque es todo un reto abordar esta temática..

Carmen