Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 2 › Respuesta a: Módulo 2
Hola a todas,
Mi experiencia en África no ha sido de momento continua en el mismo lugar durante mucho tiempo, por lo que por mi parte cuento con experiencias concretas, no así con una muestra de evolución.
Recuerdo tres hechos concretos que me hacen pensar que aunque poco a poco se puede observar un avance teórico en los derechos de las mujeres, en la práctica el machismo está arraigado, incluso en situaciones de empoderamiento femenino.
– Una reunión con dos representantes comunales (una mujer A y un hombre B) en la que ambos se presentan desconocedores del francés. Por lo que una persona externa se une para traducir la conversación entre B y nosotras. Tras la reunión y los días posteriores, hablé con A en francés en múltiples ocasiones. Sin embargo, en la reunión ella no participó, a pesar de que era la única que podía comunicarse con nosotras directamente. Todo hubiese sido muy diferente si no hubiese habido un hombre en la mesa.
– Nos encontrábamos en la aldea era para impartir un curso en un centro de formación de mujeres. Durante las formaciones, las mujeres aprendían, con interés, entusiasmo y mucha fuerza, actividades o trabajos que históricamente estaban asignados a hombres. Sin embargo su director, C, es el mayor machista que se nos encontramos en la zona. Un día después de interrumpir nuestra compra para que le atendieran primero, soltó: dentro del centro está muy bien eso de decir igualdad entre mujeres y hombres, pero de puertas para fuera las mujeres están por debajo.
– En mi último día en esta aldea, me entero que las elecciones para la alcaldía son en unos meses y que A es una de las candidatas más potentes. Tras mi apoyo y felicitaciones a A, C interrumpe para decir: bueno, bueno, no te apresures, porque los hombres votaran al hombre y las mujeres a la mujer.
Son simples ejemplos, pero que me marcaron, me cabrearon y me llenaron de impotencia en ese momento que sentía que estaba colaborando al empoderamiento de las jóvenes de la comuna.
Por otro lado, ayer estuve en la celebración del día de la niña en el marco del proyecto en el que trabajo, y me llenó de esperanza ver a niñas opinar, preguntar y debatir sobre la necesidad de prohibir matrimonios precoces y/o forzados, de recibir educación sexual y reproductiva así como hacer que deje de ser tabú hablar de ello, de tener las mismas oportunidades y derechos que sus compañeros o hermanos, de que las mujeres ocupen cargos de poder, de que las instituciones condenen las violaciones,…
Hay espacios donde realmente las niñas pueden compartir y discutir libremente. Hoy tengo la esperanza de que esas niñas, que son el futuro, puedan promover un cambio en la sociedad.
Sin más, continúo leyéndoos.
Un saludo,