Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 2 › Respuesta a: Módulo 2
Buenas tardes,
Mi experiencia en África es muy limitada. Acabo de llegar a Mali y la mayoría de proyectos en los que trabajo son de seguridad alimentaria, todos con resultados específicos de género y con transversalización. Puedo ofreceros la impresión que tengo de la situación de las mujeres basada en la información que he ido leyendo, viendo y con lo que organizaciones locales me han compartido.
Pienso que sí ha habido un avance en derechos de mujeres, la mayoría de ellos, derechos económicos (acceso a tierras, menor discriminación para ciertos puestos, menor brecha salarial…). Las mujeres cada vez están más presentes en espacios públicos y son más conscientes de sus derechos. Eso no significa, sin embargo, que el avance sea constante. Tengo entendido que en Mali, por ejemplo, en 2011 se aprobó un nuevo código de familia, que, influido por los sectores más conservadores de la sociedad, limitaba derechos ya ganados de las mujeres (en cuanto a temas como el divorcio, el peso de la religión dentro del matrimonio o la edad legal para casarse).
En cuanto a la criminalización o no de prácticas nefastas contra las mujeres, pienso, como más personas en este foro, que es indispensable que las leyes acompañen el cambio, pero no suficiente. Tiene que existir un marco legal que ampare a las mujeres y al que puedan acudir, pero la existencia de una ley no va a suponer per se cambio social. La educación es clave, así como la sensibilización y la prevención. Además, creo que es fundamental, en intervenciones de cooperación internacional, recurrir a análisis de género que nos den una idea clara y real del contexto en el que se va a actuar, para no irrumpir con cambios que generen rechazo social o que, incluso, pongan en peligro a las mujeres y las dejen en situación de mayor vulnerabilidad. Para evitar esto, creo que hay que incluir siempre a los hombres en los procesos de género de desarrollo, dejando claro que el cambio es en beneficio de toda la sociedad, no solo de las mujeres, haciéndolos partícipes. Por último, existen en el continente africano muchísimas organizaciones locales muy bien estructuradas que ya luchan por los derechos de las mujeres: incluirlas en proyectos y reforzarlas puede ser una muy buena idea para conseguir un mayor impacto, sostenibilidad y apropiación del cambio por parte de la población local.
Un saludo,
Ana