Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 4 › Respuesta a: Módulo 4
Hola a todo el mundo. En primer lugar, disculparme por no haber podido participar antes en el debate de este módulo. Disculpad también por la extensión de mi post, puesto que me gustaría compartir la experiencia de un proyecto que desarrollamos en Mali desde 2014 en el Círculo de Yélimané y para ello es preciso situar el contexto y explicar el proyecto paso a paso. Intentaré ser lo más breve posible.
El Círculo de Yélimané es una comarca de la región de Kayes, al oeste del país, formada por 12 municipios, con una extensión de 77’5 Km. de este a oeste y de 100 Km. de norte a sur. Se encuentra en el Sahel, una eco región semiárida de transición entre el desierto de Sáhara y la sabana sudanesa, con gran déficit de agua, un clima muy extremo y en proceso de desertificación, acentuado por el cambio climático. En el Círculo de Yélimané viven 235.962 personas de las que el 52% son mujeres (censo de 2018). El 90% de la población es soninké, aunque también hay presencia de peulhs, bambaras, maures y khassonkés. Todas las etnias tienen una tradición asociativa muy importante que conlleva que en Yélimané haya más de 300 asociaciones (mayoritariamente de jóvenes y mujeres), de las cuales 56 son de mujeres horticultoras.
La agricultura, junto a la ganadería, es la actividad principal del Círculo de Yélimané, con una diversificación escasa, dominada por el cultivo de cereales y el cacahuete. A pesar de esta concentración, la producción sólo cubre las necesidades del Círculo durante 108 días; el resto del año depende de los mercados externos. Hasta hace 15 años las verduras eran casi desconocidas, pero su cultivo se ha ido extendiendo y actualmente la horticultura ocupa al 80% de las mujeres que viven cerca de un punto de agua, aunque mayoritariamente se practica precariamente y para el autoconsumo.
El agua es un bien escaso en el Círculo de Yélimané. Las precipitaciones anuales varían de los 400 a 600 mm y se concentran en la estación de lluvias (“hivernage”, de junio a septiembre); las temperaturas pueden alcanzar más de 50º en la estación calurosa, con lo que los niveles de evaporación son muy altos. En los últimos 5 años, las lluvias se han producido de forma muy concentrada en el espacio y en el tiempo, de forma que ha dado lugar a episodios violentos y graves inundaciones, favorecidas por la compactación del suelo después de 10 años de sequía.
Todos estos condicionantes comportan que el Círculo de Yélimané sea una de las zonas con mayor emigración de Mali; concretamente, un 25’5% de los hombres entre 14 y 30 años.
En este contexto, trabajamos, junto con AMSCID (una ONG local que lleva más de 20 años trabajando en el Círculo de Yélimané), con asociaciones cooperativas de mujeres desde 2014 en un proyecto a largo plazo que se ha ido desarrollando a través de distintas etapas con el eje central de la construcción o rehabilitación de pozos y la instalación o ampliación de huertos. Ello se hace mediante la cesión a perpetuidad de tierras municipales, comunales e incluso de propiedad privada a cada asociación para el cultivos de huertos comunitarios, ya se realiza de forma oficial, con el aval de los ayuntamientos y registrada legalmente. Estas acciones van acompañadas de formación en técnicas mejoradas de cultivo agroecológicas y respetuosas con el medio ambiente.
Paralelamente, se forma a las mujeres en sus derechos y en gestión asociativa y se trabaja para reforzar las asociaciones para que estén en las mejores condiciones para gestionar los huertos y los pozos. En el marco de la primera fase del proyecto se constituyeron 4 coordinadoras cantonales que agrupan a todas las asociaciones de mujeres horticultoras (participantes del proyecto o no), para facilitar el intercambio y la suma de esfuerzos. Las mismas mujeres optaron por este método, pues las dificultades de comunicación y movilidad no hacían viable crear una sola coordinadora. Las 4 coordinadoras realizan asambleas periódicas y reuniones entre ellas a modo de coordinadora de coordinadoras.
En la siguiente etapa, se ha profundizado en la formación agrícola y se ha trabajado para la adecuación de los cultivos a cada época el año, de forma que los huertos han pasado a producir excedentes. Y para asegurar una venta en mejores condiciones, se ha dotado a las asociaciones de secadores solares y otra maquinaria para la transformación y conservación de los productos, de forma que estén disponibles todo el año para las horticultoras y también para que lleguen en las mejores condiciones a los distintos mercados semanales de la zona. Hay que tener en cuenta que un 26’3% de hogares se encuentra a una distancia de entre 4 y 15 km. de un mercado, y un 46’1% a más de 15 km. También se ha seguido reforzando a las asociaciones mediante la formación de nuevas lideresas y la formación general a las mujeres centrada en nutrición, higiene y saneamiento y participación comunitaria.
Pero el proyecto no sólo ha mejorado la alimentación, los ingresos y la salud de las horticultoras y sus familias y ha reforzado a sus asociaciones, también ha supuesto un gran paso adelante en el empoderamiento y la participación de las mujeres.
En noviembre de 2016 se celebraron elecciones municipales en Mali. Ante esta perspectiva, las asociaciones de mujeres, impulsadas por las coordinadoras cantonales que se habían creado bajo el impulso del proyecto, empezaron a movilizarse para exigir que se las tuviese en cuenta en los programas y las candidaturas de los diferentes partidos en los diferentes municipios y también para incentivar la participación de las mujeres en las elecciones. El resultado fue una movilización de las mujeres sin precedentes en el Círculo de Yélimané: Se consiguió que 223 mujeres fuesen candidatas (en todo Mali hubo 3.370); que 22.783 mujeres votaran (casi un 55% de las electoras, una participación mucho más alta que la de los hombres) y que 54 mujeres fuesen elegidas concejal (de 162 electos; es decir, casi la tercera parte), frente a las 6 que lo fueron en las elecciones anteriores en 2009, i que entre ellas fuese elegida la primera alcaldesa de la historia de Yélimané, concretamente en el municipio de Diongaga. Estas concejalas han creado la Red de Mujeres Electas del Círculo de Yélimané para sumar fuerzas y compartir experiencias.
Esta realidad nos planteó un nuevo reto: la formación de las mujeres electas. Así, el proyecto incorporó su formación específica en descentralización, mujeres y desarrollo local, gobernanza y derechos humanos y derechos de las mujeres. Al final de las jornadas de formación, las mujeres demandaron seguir con su formación puesto que afirmaron encontrarse con grandes dificultades para ejercer sus responsabilidades y gran desconocimiento del funcionamiento municipal.
También se incorporaron talleres sensibilización de los hombres electos sobre derechos de las mujeres y participación de las mujeres en el desarrollo local; se había previsto una participación de entre 14 y 21 hombres electos de los 7 municipios implicados en la fase actual del proyecto. La actividad fue todo un éxito y participaron 52 electos de los 12 municipios, entre ellos los 11 alcaldes (la alcaldesa participaba de la formación específica a las mujeres), que demandaron también ser partícipes de la formación municipal.
Fruto de las demandas, la etapa que iniciaremos el próximo año incorporará la formación de hombres y mujeres en diversos aspectos de la gestión municipal con perspectiva de género.
El proceso es trabajar la siguiente etapa con asociaciones que hayan participado en la anterior e incorporar nuevas asociaciones para maximizar la socialización de los aprendizajes. Hasta el momento, hemos trabajado con 27 asociaciones y una 4.500 mujeres.