Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 4 › Respuesta a: Módulo 4
Buenas noches a todas,
Ya casi se cierra el plazo de este módulo 4 y no quería dejar de daros las gracias a todas. Ha sido muy motivador, interesante, enriquecedor… hay tantos comentarios y tantos recursos que no sé ni por dónde empezar.
Marian:
Sí, conozco algo el trabajo de Sole Vieitez; estuve un tiempo viviendo en Granada por trabajo entre 2015 y 2016 y asistí a una charla suya en la que descubrí la tontine, entre otras muchas cosas como AfricaINes. Creo que también coincidí contigo, no sé si en algún evento o curso de ASAD o de Alianza por la Solidaridad. De hecho, de esa etapa me quedan las ganas de estudiar antropología en algún momento.
Respecto a cómo “descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo y otros espacios para conseguir que las relaciones entre las partes sean más equitativas y diversas en cuanto al género, es complicado. He estado con AECID en tres países, con beca y puesto como técnica de proyectos, y he participado en varios procesos de selección. Creo que, para empezar, se debería exigir formación en enfoque de Derechos Humanos y género o, más bien, interseccionalidad, para todos los puestos, ya sean especializados en agua y saneamiento o en cooperación financiera. Estos enfoques, al igual que el de sostenibilidad ambiental y el de respeto a la diversidad cultural (muy relacionado con los DDHH, el género y la interseccionalidad) deben ser transversales.
No obstante, aumentar los requisitos en formación y experiencia, de alguna forma, supone inversión de recursos y esto puede alejar a personas con una situación económica menos favorable de la posibilidad de optar a estos puestos (en algunas oposiciones del Estado esta circunstancia es vergonzosa); por tanto, creo que AECID, como medida para mejorar la calidad de la cooperación española en general, debería facilitar estas capacitaciones de forma gratuita. Ya hubo una iniciativa en esta línea, en colaboración con IECAH, mediante la que se ofrecen 4 formaciones muy cortitas, en las que marcas tú el desarrollo (no hay feedback), en formato online. Por si os interesa, las podéis encontrar en https://www.a-humanitaria.es/AECID/index.html. Uno de los cursos es sobre género y edad; lo hice hace algún tiempo, es básico, pero me sorprendió gratamente que se prestase atención a la situación de personas trans e intersex (lo que no es tan común en la cooperación).
Al final, aunque haya ONGD con capacidad para seguir directrices propias y políticas muy acertadas, en el caso de la cooperación española, es AECID y el Ministerio quienes marcan las políticas, planes, objetivos, directrices… y pueden limitar el margen de maniobra de los distintos actores del sector. Otorgar más independencia a la agencia (desligarla totalmente de intereses empresariales, por ejemplo) también sería otro punto interesante.
En cuanto a las ONGD, siendo un universo muy amplio y difícil de abarcar, creo que hay muchas en el buen camino, sobre todo aquellas que han podido dedicar recursos a investigación, buenas identificaciones participativas en terreno, han reconocido el papel protagonista a las personas/sociedades beneficiarias, etc. Que los proyectos salgan del contexto local, como comenta Almu_gb.
Me parece fundamental también el papel de las universidades en este campo; las formaciones sociales, no sólo de cooperación al desarrollo, sino de inmigración, refugio, trabajo social, educación social, etc., deben incluir dichos enfoques; lo ideal sería que todas las formaciones lo incluyesen, pero me parece esencial en las ciencias sociales, humanidades, etc.
En cuanto a la influencia de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en el papel activo y activista de las mujeres africanas, me parece fundamental. Creo que se democratiza la información, la comunicación y se facilita el activismo. Disponer de un teléfono móvil con datos, aunque sea prepago, es mucho más accesible que lo fueron tecnologías previas (como el teléfono fijo) o lo son otras contemporáneas, como el ordenador y una conexión a internet. Su relevancia vendría tanto por la accesibilidad a la información (de sus derechos, de políticas públicas, de lo que pasa en otros países…) como por la facilidad para crear redes y unirse por una meta común.
La radio, pese a ser un medio de comunicación clásico, creo que también puede tener un papel importante. Lo tienen las radios comunitarias en muchas zonas de América Latina, por ejemplo. Desconozco la realidad de África en este sentido, pero también me parece un medio accesible para recibir información y formación, sobre todo para mujeres analfabetas o con bajo nivel educativo. Radio Atipiri, en El Alto (Bolivia) me parece un buen ejemplo. Tiene desde hace años un programa de cholitas reporteras comunitarias (periodismo ciudadano) que supone un aporte al proceso de empoderamiento de las mujeres.
En cuanto al imaginario social más generalizado acerca de las mujeres africanas, creo que es muy básico, basado en prejuicios generalmente, y con esa mirada occidental/colonial que hemos comentado. Creo que se las identifica como amas de casa, madres, cuidadoras… con un rol profundamente privado y reproductivo (que es cierto en muchos casos) pero se ignora su papel en la economía de los países (aunque sea en la informalidad), en los movimientos sociales, el activismo, la comunicación y la política, entre otros. Tal vez las asociemos a programas de microcréditos, con emprendimientos poco innovadores y de subsistencia… Y si eso ocurre con las mujeres en general, imaginad si ya entramos en otras características: su edad, su orientación sexual, etc. ¿qué sabemos de las mujeres lesbianas o trans en África y de su activismo? Por ejemplo, la película keniata “Rafiki” fue prohibida en su país por “fomentar el lesbianismo” (sin embargo, ganó un premio en el Festival Panafricano de Cine y de Televisión de Burkina Faso). Según he leído (pero sé muy poquito del tema, igual Marian sabes algo más) este año se produjo la primera película nigeriana que aborda el lesbianismo, “Ifé”.
Por otro lado, creo que el imaginario de la mujer africana inmigrante es distinto; creo que cuando se piensa en ellas como residentes en nuestro país se las identifica principalmente con la prostitución (que no con la trata, que sigue siendo un fenómeno muy desconocido) y tal vez, en menor medida, con el trabajo agrícola o en cuidados.
Tamara: genial la idea de recopilar todos los recursos del foro, gracias 🙂
Ha sido un verdadero placer leeros a todas estos días.
María