Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 4
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noviembre 3, 2020 a las 2:11 pm #911MaríaModerador
Hola de nuevo,
Qué historia de superación más bonita, Ane, gracias por compartirla.
Marian, muchas gracias por las recomendaciones, me las apunto todas; de los libros, no conocía ninguno. Sobre los videos de Africa for Norway, sólo conocía el primero (Radi Aid), son todos muy buenos. Y al Festival de Cine Africano de Tarifa le voy a echar un vistazo hoy mismo!
Estoy cursando un postgrado sobre cooperación en África Subsahariana y uno de los trabajos que tuvimos que hacer fue en torno a “Asunto casting” que nos recomiendas; no conocía el trabajo de Beatriz Mbula y me gustó muchísimo.
Justo este tema del punto de vista occidental lo estoy percibiendo un poquito en este postgrado, al menos la falta de autocrítica del sector. Debo reconocer que voy retrasada con las sesiones; por un tema familiar y porque son en directo por las mañanas y me coincide con el trabajo, sólo he podido ver las sesiones del módulo 1 y la primera del segundo, así que tal vez la situación haya cambiado un poquito. Pero hasta donde he visto, salvo la conferencia inaugural, que sí tenía un enfoque crítico desde el feminismo decolonial, el resto me está pareciendo que sigue, en parte, impregnado de esa mirada colonial, blanca y occidental sobre África. Hasta donde he visto (repito, que igual al final la situación cambia), hay una preferencia por la Agenda 2030 (con la que personalmente soy muy crítica) antes que otras agendas locales, como Agenda 2063, sin un argumento de base, no hay ponentes africanos/as (ni siquiera afincados/as en Europa), siendo que es casi todo online y hay menor representación de mujeres por ahora… espero que cambien los porcentajes, porque intento no inscribirme en acciones formativas con baja representación femenina, pero no se conocían los/as ponentes a la hora de la inscripción; y el género tampoco está transversalizado en las diferentes sesiones temáticas 🙁
Supongo que la conferencia inaugural, con la que me identifiqué muchísimo y me encantó, me generó muchas expectativas de encontrar ese enfoque de auto-crítica que veo tan necesario en la cooperación.
En el marco de este postgrado, la Universidad de Jaén con colaboración del Festival de Tarifa que comentas, ha organizado la I Muestra de Cine Africano de Jaén; son 3 películas, por la situación se van a pasar online, inscripción necesaria para recibir los enlaces y gratuita. Por si os interesa, el enlace es http://eventos.ujaen.es/57079/detail/i-muestra-de-cine-africano-de-jaen.html
Saludos,
Maríanoviembre 3, 2020 a las 5:15 pm #912mariandelmoralModeradorHola Ane, se me encrespa el vello leyendo estas historias de vida, que ciertamente son admirables en tantos sentidos… Dale mi enhorabuena a esta mujer por sus méritos y luchas, que son muchísimos. Me ha recordado en parte, a la historia de la protagonista del documental de una amiga keniata: Maia Lekow. Creo recordar que lo añadí como recomendación a los materiales del curso, no obstante, realzar el ejemplo que visibiliza esta película. Personas mayores en zonas rurales de Kenia que son acusadas, en la mayoría de los casos por sus propios familiares de brujería. La trama transversaliza cuestiones de religión (en su mayoría cristiana), con acceso a propiedades de la tierra y como señalas con la historia de esta mujer, por haber conseguido posicionarse en la vida. La protagonista murió hace pocos meses y la verdad, es tan entrañable y fuerte esta anciana, tal como se muestra en el documental, que cuesta pensar en mujeres africanas pasivas y victimizadas.
The Letter
https://www.the-letter.org/Muchas gracias por compartir esta historia…
Un abrazo y que tengáis buena tarde.
noviembre 3, 2020 a las 5:25 pm #913mariandelmoralModeradorMaría, comparto tu visión totalmente. Gracias por estar ahí, pronto seremos “legión”, como dice una amiga bromeando. Bea Mbula es un encanto. Estoy trabajando en un proyecto en el que probablemente, sea ella la protagonista. Respecto al curso en la UJA del que hablas, le echaré un vistazo, Mane Cisneros (la directora del FCAT) también es muy maja y pionera y aventurera en la creación de un espacio audiovisual tan rico como el del FCAT.
Por cierto, conocéis a la profa. Soledad Vieitez Cerdeño, ella tiene numerosos artículos y publicaciones sobre las mujeres en áreas rurales y los derechos desiguales que han tenido en el acceso a la tierra (su investigación para la tesis la realizó en Mozambique). También trató el lobolo y la riqueza de la novia, etc. Si os apetece leerla, no dudéis en buscar sus artículos o me los solicitáis. También la profa, Roser Manzanera ha trabajado Género y Economía (en Tanzania sobretodo). Son colegas del grupo de investigación y han publicado mucho en esta línea.
Un abrazo y seguimos trabajando.
Mucha suerte con todo,
Mariannoviembre 3, 2020 a las 5:28 pm #914mariandelmoralModeradorSiguiendo las dudas y aportaciones que venimos expresando estos días en el foro, querría compartir con vosotras otra pregunta:
¿Cómo creéis que se podría “descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo (y otros espacios de poder) para que las relaciones entre las partes fueran más equitativas y diversas en cuanto al género?
noviembre 3, 2020 a las 6:20 pm #915IxaModeradorHola! Muchas gracias por compartir todos estos recursos tan interesantes, gracias María por compartirnos este último enlace para el festival de cine africano al que por supuesto ya me he inscrito 🙂 la verdad que a veces no resulta fácil acceder a este tipo de material, pero me da la sensación de que con esto de los confinamientos y el formato online se han ampliado las opciones.
Volviendo a las preguntas que planteaba Marian, me gustaría responder a la primera de ellas o por lo menos compartir mis reflexiones. Entre las causas para analizar la situación de las mujeres en la economías africanas, como ya se ha dicho inicialmente estaría la herencia colonial, pero posteriormente creo que hubo otro momento histórico crítico en el que la evolución de los derechos de las mujeres y su agencia económica podían haber tomado otro rumbo hacia la igualdad, pero una vez más la influencia europea hizo que no fuera así. Ésta sería la época de las descolonizaciones, cuando entre los movimientos por la liberación de África surgían visiones para construir un continente diferente. Por ejemplo Thomas Sankara, revolucionario en la liberación de Burkina Faso hablaba de la emancipación de las mujeres como parte indispensable para el bienestar y autosuficiencia de África: “…para ganar una lucha común a la mujer y al hombre, es importante delimitar todos los contornos de la cuestión femenina, tanto a escala nacional como a escala universal, y comprender cómo, en la actualidad, la lucha de la mujer burkinesa coincide con el combate universal de todas las mujeres y, todavía más allá, la lucha para la rehabilitación total de nuestro continente”. Durante su presidencia entre 1983-1987 abolió la MGF y otras formas de discriminación: “la MGF constituye un intento de conferir un rango inferior a las mujeres al señalarlas con esta marca que las disminuye y que es un recordatorio constante de que solo son mujeres, inferiores a los hombres, de que ni siquiera tienen ningún derecho sobre su propio cuerpo, ni a realizarse física ni espiritualmente». Thomas Sankara fue asesinado en 1987 por sus políticas antiimperialistas , según las fuentes con el apoyo del gobierno francés. Creo que en aquella época posibles planes de una África más justa para la población africana y para las mujeres en particular fueron abortados por la mano invisible de Europa, asegurándose de que los nuevos Estados fueran gobernados por aliados de sus intereses y reproduciendo así las desigualdades. Y en este camino por satisfacer los intereses no hay que olvidar los programas de ajuste estructural que aumentaron el poder de las multinacionales, en detrimento de las economías locales y reduciendo las posibilidades económicas de las mujeres especialmente.
En este sentido la panafricanista y feminista Aminata Traoré tiene un texto muy interesante en este link que comparto por si a alguien le interesa. Es el capítulo 5 “El manifiesto de las madres sociales”: https://dial.uclouvain.be/pr/boreal/object/boreal%3A175288/datastream/PDF_01/viewnoviembre 3, 2020 a las 8:16 pm #916mariandelmoralModeradorMuchísimas gracias por tus aportaciones, Ixa. ¡Qué bien que has ejemplificado otros factores y momentos históricos en el continente que inhibieron esa equidad de las mujeres africanas! Como comentas magistralmente, en los procesos de descolonización y tras las independencias, hubo muchos intentos de crear políticas y agendas (en algunas de ellas se favorecía el papel y el espacio de la mujer) de esos gobiernos africanos que buscaban su propia gobernabilidad y liberación. Dos de los movimientos más conocidos en el continente han sido: a) El movimiento de la Negritud, durante la primera mitad del siglo XX, que constituyó una lucha política e intelectual en defensa de unos valores e identidad cultural de origen africano (y también del Caribe). Fundadores e intelectuales tan relevantes como Aimé Cesaire o Léopold Sédar Senghor promovieron una batalla contra el racismo y clasismo al que se enfrentaban las personas negras, redefiniendo la negritud y dotándola de unos valores que erradicaran tal discriminación. Y b) El Panafricanismo, que por su parte, con Kwame Nkrumah (presidente de Ghana entre 1960-66) a la cabeza, entre otros, defendía la unidad y hermandad de todos los pueblos del continente y la diáspora, para luchar por los derechos de las personas africanas. Se supone que la primera conferencia panafricana se celebró en Londres en 1900, organizada por Henry Sylvester Williams (algunos de ellos, hijos de esclavos). Sus doctrinas políticas y filosóficas, ya en la segunda mitad del s.XX, buscaban, muy a grandes rasgos, el hermanamiento del continente e incitaban a luchar contra el colonialismo e instaurar un estado bajo un gobierno único africano. Ahora bien, mis preguntas son, por pura curiosidad (y no soy experta en el tema) ¿Cuál era el lugar de las mujeres en esos movimientos? ¿Se contemplaban premisas en las políticas a instaurar, más o menos benefactoras con las mujeres africanas desde el punto de vista de esos africanos? ¿Era factible aunar todo un continente bajo los principios y doctrinas de estos movimientos?
(Artículo muy interesante para pensar al respecto: “Panafricanismo, feminismo y búsqueda de las mujeres panafricanistas olvidadas”. http://www.africafundacion.org/panafricanismo-feminismo-y-busqueda-de-las-mujeres-panafricanistas-olvidadas)
Leí hace poco el libro de Maryse Condé, La vida sin maquillaje, quien explica desde una experiencia personal, su relación con el socialismo, con Krumah y muchos otros intelectuales de África Occidental en los años 60 del pasado siglo.Es incuestionable el papel político que han cumplido las mujeres en muchas sociedades africanas pre-coloniales (el imperio ashante de Ghana, el imperio de Dahomey, etc.) y también en el período post-colonial (si es que aceptamos esta forma foránea de dividir la historia del continente en estas fases tan injustas) tales como las presidentas y parlamentarias que ocupan asientos poderosos en los gobiernos actuales. Sin embargo, y como bien apunta Ixa, ¿qué trabas han de seguir salvando con tal de disfrutar plenamente de todos sus derechos? ¿Qué papel juegan hoy día ante procesos de neo-colonización económica con las multinacionales y la invasión de la economía china?
Yo me quedo pensando en todo ello… y leyendo para aprender un poco más…
Muchas gracias, Ixa por tu comentario. Ha sido muy fructífero. 🙂
Buenas noches y seguimos…
Mariannoviembre 4, 2020 a las 7:31 am #917mariandelmoralModeradorBuenos días,
Relacionado con los comentarios de Ixa y las preguntas planteadas después, os anoto varios textos de compañeras, que llevan trabajando estos temas tiempo. Por si alguien quiere profundizar más, aunque supongo, habréis tenido debates y compartido información en esta línea en módulos anteriores.
Artículos:
– Visiones de África: un repaso a los significados de género y a las acciones y luchas de las mujeres en el continente (2019), de Roser Manzanera y Soledad Vieitez.
– Movimientos africanos de mujeres y desarrollo (2013), de María Soledad Vieitez Cerdeño.
– Retos y estrategias del movimiento de mujeres mozambiqueñas: apuntes de una revolución de género contemporánea (2002), de María Soledad Vieitez CerdeñoPor otro lado, recuerdo, para las personas inscritas en el curso que aún no han podido participar en el FORO o no han realizado el TEST, que es imprescindible, junto con la lectura y trabajo de los materiales del módulo, para superar y aprobar el mismo. El plazo máximo para todo es el 8 de noviembre de 2020.
Muchas gracias y que disfrutéis del día,
Mariannoviembre 4, 2020 a las 3:33 pm #919TamaraModeradorHola:
Estoy impresionada de lo enriquecedor que es este foro. 🙂 Marian, no sé si será posible realizar un recopilatorio de todas las recomendaciones que están surgiendo y poder enviárnoslas por email. Entiendo que una vez termine en curso, ya no será posible acceder a los foros.
En respuesta a las cuestiones planteadas, no quiero repetirme mucho más. Creo que estoy completamente de acuerdo con todo lo que han comentado mis compañeras. Creo que el colonialismo marca un antes y un después en la situación de la mujer en la economía (y en todos muchos ámbitos que estamos abarcando a lo largo del curso). La división del trabajo, las leyes consuetudinarias, la discriminación, no poder acceder al crédito, etc.. hacen que la mujer esté muy desprotegida y por lo tanto no tenga otra forma de vivir que la economía informal.
Creo que las tecnologías de la información juegan un papel muy importante ya que dan voz a muchas mujeres, haciendo visible lo invisible. Afortunadamente, como hemos podido comprobar a lo largo del curso, pese a la discriminación y falta de inclusión que ha sufrido la mujer, siempre ha sido capaz de asociarse, reagruparse, organizarse y no dejar de luchar. Hoy en día hay muchas mujeres africanas propagando el activismo mediante RRSS entre otros muchos medios, y eso hace que sus voces lleguen muy lejos.
Creo que el imaginario social de las mujeres africanas es el papel de cuidadora sin duda. Sin embargo, creo que se está luchando mucho por cambiar ese imaginario. Me ha sorprendido muchísimo (quizá por pertenecer al mundo de las ciencias) las cifras de 2017 que proporciona la UNESCO, Women in Science. El % de mujeres africanas empleadas en la investigación (30.4%) está casi a la par con el de América del Norte y Europa Occidental (32%), el cual a su vez está bastante por debajo de las cifras de Asia Central (47%) o América Latina y Caribe (44%). Claramente hay mucho camino que recorrer en temas de Ciencia y Género (y no solo en África).
No recuerdo si lo hemos comentado ya en algún foro, pero este capítulo me ha recordado al artículo de Solidaridad Internacional sobre Aminata Diallo, primera mujer guineana en doctorarse en derecho islámico.
Al igual que Maria, yo también estoy cursando el Diploma de Especialización en Cooperación y Desarrollo de África Subsahariana de la Universidad de Jaen. Al igual que comenta ella, yo también hecho bastante en falta la perspectiva de la mujer. Afortunadamente este curso hace que mi visión sea mucho más completa y global, y me permite completar esas carencias. Hoy empieza el ciclo de Cine Africano de la UJA, y se han ampliado las plazas, por lo que os animo a participar (el enlace lo ha puesto Maria).
También ha sido una completa sorpresa para mi la industria de cine nigeriano, Nollywood. En el libro “Americanah” de Adichie ya lo mencionaban pero no tenía la menor idea de que fuera de tal envergadura.
noviembre 4, 2020 a las 3:41 pm #920TamaraModeradorSe me ha olvidado mencionar, que en el curso online “Diarama África” que se celebra a medidados-finales de este mes para acercar la realidad de África Subsahariana a la ciudadania de Vitoria-Gasteiz (yo no me lo pierdo!), entre otros muchxs, estarán como ponentes Aminata Diallo (articulo que he mencionado) e Itziar Ruiz Gimenez (autora de la charla inaugural del diploma que cursamos Maria y yo).
Os dejo el enlace aquí:
https://www.solidaridadsi.org/es/agenda/curso-online-diarama-africa?fbclid=IwAR38ajAK6dfWRd6yjoEp1z8yTLPg1aO1kvGgGHtjX7ECV0BQmrq5kDRd2fUnoviembre 5, 2020 a las 10:55 am #926mariandelmoralModeradorHola Tamara,
Muchísimas gracias por todas tus recomendaciones y aportaciones, que me anoto. No conocía a Aminata Diallo y me va a encantar leerla y descubrir su trayectoria.
Respecto al recopilatorio, claro que sí, me lo anoto para mandároslo al final del módulo, ¿vale?.Un abrazo y buen día (aquí de lluvia)
Mariannoviembre 5, 2020 a las 11:10 am #918Maritxu93ModeradorA mi me parece que crear el desarrollo en África en cuando al bienestar social, producción y utilizar los recursos locoles es un gran desafío…..pero no porque no sea algo imposible….más bien dichas iniciativas se encuentran en la resistencia de muchos dirigentes que se oponen al avance Áfricano.
Lontribución a la transformación de África, el desarrollo económico, la generación de prosperidad, la liberación psicológica y la recuperación de la dignidad de los africanos e igualdad con el resto de la humanidad. Estos son los ideales y retos productivos y duraderos que los revolucionarios transformadores y cambiadores del juego en la sociedad van a tener que encontrarse y superar a fin de crear nuevos mundos.
Aquí algunas noticias de interés:
Alguna de las mujeres que han hecho historia en africa:https://ayudaenaccion.org/ong/blog/mujer/mujeres-de-africa/?gclid=CjwKCAiAv4n9BRA9EiwA30WND5pBHh5qWNNmAv4A8gFRMZle7ytk71WCHoy2ukBnPgVTTl8UnoS_XBoCPt0QAvD_BwE
Otra noticia del afropesimismo al afropotimismo: https://www.lavanguardia.com/vanguardia-dossier/20191112/471554847195/africa-crecimiento-pib-desigual-globalizacion.html
noviembre 5, 2020 a las 11:10 am #921Almu_gbModeradorHola a todas,
Me uno a la petición de Tamara, de hacer una lista de las recomendaciones que pueda ser compartida por mail. ¡No me da tiempo a verlas todas!La verdad es que, leyendo el módulo y las aportaciones del foro, estoy reflexionando mucho sobre el papel de la mujer africana en la economía. Por mi trabajo en cooperación, me he encontrado con muchas realidades diferentes relacionadas con la esto y creo que en relación a la economía y la mujer hay muchas situaciones diferentes dependiendo del país africano y de la zona de la que se hable. No sabría contestar a las primeras cuestiones que planteaba Marian de manera generalizada.
Solo en Uganda, uno de los países dónde he trabajado más tiempo, encontré realidades muy distintas…desde mujeres que se iniciaban en la vida laboral con microcréditos para pequeños negocios (https://www.youtube.com/watch?v=ShluvLjgKVs ) a emprendedoras en el área rural con negocios más grandes (https://www.youtube.com/watch?v=F-7OsewjFf8) hasta mujeres con sus cadenas de ropa en grandes centros comerciales, o empresarias dirigiendo colegios, restaurantes, marcas de moda (https://www.youtube.com/watch?v=gW_D1ZuZWHI ) todo ello realidades distintas en un mismo país. Unas más perjudicadas por leyes de propiedad, otras rompiendo la barrera de lo que es culturalmente aceptado… Aunque, en definitiva, poco a poco se va consiguiendo una igualdad o al menos un acceso a la economía.
Por otro lado, en Guinea Bissau dónde trabajo, las chicas jóvenes prefieren terminar sus estudios en las ciudades o a emprender un negocio a la capital huyendo de la precariedad del área rural y de un matrimonio prematuro. No se si estáis de acuerdo en que las familias africanas se sostienen sobre los hombros de la mujer, y son ellas las que más trabajan, aunque no sean dueñas de la tierra o los ingresos producidos. Esto es muy evidente en las zonas rurales. Sigue estando asociado a la pobreza y a la precariedad.Creo que en las ciudades dónde la comunicación y la información es mayor, pueden darse esos ejemplos que ponía al principio de igualdad en cuanto a trabajo o importancia económica. Pero en las áreas de incidencia de la cooperación, como lo son, por ejemplo, los campos de refugiados o la zona rural, queda aún muchos pasos que dar.
Esto me lleva a contestar a la pregunta que se planteaba sobre cómo se podría “descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo para que las relaciones entre las partes fueran más equitativas y diversas en cuanto al género.
Creo que un primer paso es hacer, redactar los proyectos con la gente local. Dedicar mas tiempo y recursos a conocer bien la realidad local, si ya existen asociaciones o redes locales de organización económica o social, apoyarse en ellas y ver que propuestas tienen, que necesidades son las más importantes o cuales son los problemas que más sufren. Habrá casos en que los proyectos tendrán que ir dirigidos sólo a la mujer, pues por su vulnerabilidad asociada a pobreza, igualdad y acceso a la educación o a la riqueza, necesite más apoyo. Pero otros que sea más necesario incidir en la igualdad de género. Por ejemplo, de las 63 asociaciones de mujeres hortícolas con las que trabajo, 23 de ellas tienen en sus cargos de más poder de decisión (presidente y vicepresidente) a hombres de la aldea, y la mayoría de ellos no pone un pie en la huerta. Otras asociaciones, sin embargo, sólo tienen como firmantes masculinos a los dueños de los terrenos que se los cedieron. En este caso creo que hay que incidir más, no en la participación de mujeres, si no en la participación igualitaria de mujeres y hombres. Pero como decía al principio, independientemente de cada realidad, es importante que desde la cooperación al desarrollo se cuente más con quien recibe el proyecto que con quien lo trae.
noviembre 5, 2020 a las 11:10 am #923Almu_gbModeradorHola a todas,
Me uno a la petición de Tamara, de hacer una lista de las recomendaciones que pueda ser compartida por mail. ¡No me da tiempo a verlas todas!La verdad es que, leyendo el módulo y las aportaciones del foro, estoy reflexionando mucho sobre el papel de la mujer africana en la economía. Por mi trabajo en cooperación, me he encontrado con muchas realidades diferentes relacionadas con la esto y creo que en relación a la economía y la mujer hay muchas situaciones diferentes dependiendo del país africano y de la zona de la que se hable. No sabría contestar a las primeras cuestiones que planteaba Marian de manera generalizada.
Solo en Uganda, uno de los países dónde he trabajado más tiempo, encontré realidades muy distintas…desde mujeres que se iniciaban en la vida laboral con microcréditos para pequeños negocios (https://www.youtube.com/watch?v=ShluvLjgKVs ) a emprendedoras en el área rural con negocios más grandes (https://www.youtube.com/watch?v=F-7OsewjFf8) hasta mujeres con sus cadenas de ropa en grandes centros comerciales, o empresarias dirigiendo colegios, restaurantes, marcas de moda (https://www.youtube.com/watch?v=gW_D1ZuZWHI ) todo ello realidades distintas en un mismo país. Unas más perjudicadas por leyes de propiedad, otras rompiendo la barrera de lo que es culturalmente aceptado… Aunque, en definitiva, poco a poco se va consiguiendo una igualdad o al menos un acceso a la economía.
Por otro lado, en Guinea Bissau dónde trabajo, las chicas jóvenes prefieren terminar sus estudios en las ciudades o a emprender un negocio a la capital huyendo de la precariedad del área rural y de un matrimonio prematuro. No se si estáis de acuerdo en que las familias africanas se sostienen sobre los hombros de la mujer, y son ellas las que más trabajan, aunque no sean dueñas de la tierra o los ingresos producidos. Esto es muy evidente en las zonas rurales. Sigue estando asociado a la pobreza y a la precariedad.Creo que en las ciudades dónde la comunicación y la información es mayor, pueden darse esos ejemplos que ponía al principio de igualdad en cuanto a trabajo o importancia económica. Pero en las áreas de incidencia de la cooperación, como lo son, por ejemplo, los campos de refugiados o la zona rural, queda aún muchos pasos que dar.
Esto me lleva a contestar a la pregunta que se planteaba sobre cómo se podría “descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo para que las relaciones entre las partes fueran más equitativas y diversas en cuanto al género.
Creo que un primer paso es hacer, redactar los proyectos con la gente local. Dedicar mas tiempo y recursos a conocer bien la realidad local, si ya existen asociaciones o redes locales de organización económica o social, apoyarse en ellas y ver que propuestas tienen, que necesidades son las más importantes o cuales son los problemas que más sufren. Habrá casos en que los proyectos tendrán que ir dirigidos sólo a la mujer, pues por su vulnerabilidad asociada a pobreza, igualdad y acceso a la educación o a la riqueza, necesite más apoyo. Pero otros que sea más necesario incidir en la igualdad de género. Por ejemplo, de las 63 asociaciones de mujeres hortícolas con las que trabajo, 23 de ellas tienen en sus cargos de más poder de decisión (presidente y vicepresidente) a hombres de la aldea, y la mayoría de ellos no pone un pie en la huerta. Otras asociaciones, sin embargo, sólo tienen como firmantes masculinos a los dueños de los terrenos que se los cedieron. En este caso creo que hay que incidir más, no en la participación de mujeres, si no en la participación igualitaria de mujeres y hombres. Pero como decía al principio, independientemente de cada realidad, es importante que desde la cooperación al desarrollo se cuente más con quien recibe el proyecto que con quien lo trae.
noviembre 5, 2020 a las 11:10 am #925Almu_gbModeradorHola a todas,
Me uno a la petición de Tamara, de hacer una lista de las recomendaciones que pueda ser compartida por mail, para poder verlas con más tiempo.
La verdad es que , leyendo el módulo y las aportaciones del foro, estoy reflexionando mucho sobre el papel de la mujer africana en la economía, pero no sabría responder a las primeras preguntas que planteaba Marian, las encuentro muy generalizadas y sigo dándole vueltas. Por mi trabajo en cooperación, me he encontrado con muchas realidades diferentes relacionadas con esto y creo que en concreto en cuanto a mujer y economía hay muchas situaciones diferentes dependiendo del país africano y de la zona de la que se hable.
Sólo en Uganda, uno de los países dónde más años he trabajado, encontré realidades muy distintas… desde mujeres que se iniciaban en la vida laboral con microcréditos para pequeños negocios (https://www.youtube.com/watch?v=ShluvLjgKVs) a emprendedoras en el área rural con negocios más grandes (https://www.youtube.com/watch?v=F-7OsewjFf8) , hasta mujeres con sus cadenas de tiendas de moda en grandes centros comerciales (https://www.youtube.com/watch?v=gW_D1ZuZWHI) empresarias, etc. Todo ello realidades distintas en un mismo país. Unas más perjudicadas por leyes de propiedad, otras rompiendo la barrera de lo que es culturalmente aceptado… Aunque, en definitiva, poco a poco se va consiguiendo una igualdad o al menos un acceso a la economía.
Por otro lado, en Guinea Bissau dónde trabajo actualmente, las chicas jóvenes prefieren terminar sus estudios en las ciudades o emprender un negocio en la capital antes que quedarse en las zonas rurales, huyendo de la precariedad económica y de matrimonios prematuros. No se si estáis de acuerdo en que las familias africanas se sostienen sobre los hombros de la mujer y son ellas las que más trabajan, aunque no sean dueñas de la tierra o de los ingresos producidos. Esto es más evidente en las zonas rurales que siguen estando asociadas a la pobreza y la precariedad.
Creo que también en las ciudades, dónde la comunicación y la información es mayor, pueden darse eses ejemplos que ponía al principio de igualdad en cuanto a trabajo o importancia económica entre géneros. Pero en las áreas de incidencia de la cooperación, como lo son, por ejemplo, los campos de refugiados o la zona rural, queda aún muchos pasos que dar.
Esto me lleva a contestar a la pregunta que se planteaba sobre cómo se podría descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo ..que no sea (como un buen amigo con muchos años de experiencia en África me decía) un “circo humanitario”.
Creo que un primer paso es hacer, redactar los proyectos con la gente local. Dedicar más tiempo y recursos a conocer bien la realidad local, si ya existen asociaciones o redes locales de organización económica o social, apoyarse en ellas y ver que propuestas tienen, que necesidades son las más importantes o cuales son los problemas que más sufren. Habrá casos en que los proyectos tendrán que ir dirigidos sólo a la mujer, pues suelen ser las más vulnerables a la pobreza y al acceso a la educación o a la riqueza. Pero otros será más necesario incidir sobre la igualdad de género. Por ejemplo, de las 63 asociaciones de mujeres hortícolas con las que trabajamos, 23 de ellas tienen en sus cargos más altos a hombres, pese a que la mayoría no ha puesto un pie en la huerta. En este caso si son asociaciones de mujeres, deberíamos procurar que los cargos con más poder de decisión estuvieran liderados por ellas, especialmente si el hombre que tiene el cargo no aporta nada a la asociación. O incidir más sobre la igualdad, y promover la participación igualitaria de mujeres y hombres en todas las actividades de la asociación.
Pero como decía al principio, independientemente de cada realidad, es importante que desde la cooperación al desarrollo se cuente más con a quién va dirigido el proyecto que con quién lo trae o ejecuta.
noviembre 5, 2020 a las 11:10 am #924Almu_gbModeradorHola a todas,
Me uno a la petición de Tamara, de hacer una lista de las recomendaciones que pueda ser compartida por mail. ¡No me da tiempo a verlas todas!
La verdad es que, leyendo el módulo y las aportaciones del foro, estoy reflexionando mucho sobre el papel de la mujer africana en la economía. Por mi trabajo en cooperación, me he encontrado con muchas realidades diferentes relacionadas con la esto y creo que en relación a la economía y la mujer hay muchas situaciones diferentes dependiendo del país africano y de la zona de la que se hable. No sabría contestar a las primeras cuestiones que planteaba Marian de manera generalizada.
Solo en Uganda, uno de los países dónde he trabajado más tiempo, encontré realidades muy distintas…desde mujeres que se iniciaban en la vida laboral con microcréditos para pequeños negocios (https://www.youtube.com/watch?v=ShluvLjgKVs ) a emprendedoras en el área rural con negocios más grandes (https://www.youtube.com/watch?v=F-7OsewjFf8) hasta mujeres con sus cadenas de ropa en grandes centros comerciales, o empresarias dirigiendo colegios, restaurantes, marcas de moda (https://www.youtube.com/watch?v=gW_D1ZuZWHI ) todo ello realidades distintas en un mismo país. Unas más perjudicadas por leyes de propiedad, otras rompiendo la barrera de lo que es culturalmente aceptado… Aunque, en definitiva, poco a poco se va consiguiendo una igualdad o al menos un acceso a la economía.
Por otro lado, en Guinea Bissau dónde trabajo, las chicas jóvenes prefieren terminar sus estudios en las ciudades o a emprender un negocio a la capital huyendo de la precariedad del área rural y de un matrimonio prematuro. No se si estáis de acuerdo en que las familias africanas se sostienen sobre los hombros de la mujer, y son ellas las que más trabajan, aunque no sean dueñas de la tierra o los ingresos producidos. Esto es muy evidente en las zonas rurales. Sigue estando asociado a la pobreza y a la precariedad.
Creo que en las ciudades dónde la comunicación y la información es mayor, pueden darse esos ejemplos que ponía al principio de igualdad en cuanto a trabajo o importancia económica. Pero en las áreas de incidencia de la cooperación, como lo son, por ejemplo, los campos de refugiados o la zona rural, queda aún muchos pasos que dar.
Esto me lleva a contestar a la pregunta que se planteaba sobre cómo se podría “descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo para que las relaciones entre las partes fueran más equitativas y diversas en cuanto al género.
Creo que un primer paso es hacer, redactar los proyectos con la gente local. Dedicar mas tiempo y recursos a conocer bien la realidad local, si ya existen asociaciones o redes locales de organización económica o social, apoyarse en ellas y ver que propuestas tienen, que necesidades son las más importantes o cuales son los problemas que más sufren. Habrá casos en que los proyectos tendrán que ir dirigidos sólo a la mujer, pues por su vulnerabilidad asociada a pobreza, igualdad y acceso a la educación o a la riqueza, necesite más apoyo. Pero otros que sea más necesario incidir en la igualdad de género. Por ejemplo, de las 63 asociaciones de mujeres hortícolas con las que trabajo, 23 de ellas tienen en sus cargos de más poder de decisión (presidente y vicepresidente) a hombres de la aldea, y la mayoría de ellos no pone un pie en la huerta. Otras asociaciones, sin embargo, sólo tienen como firmantes masculinos a los dueños de los terrenos que se los cedieron. En este caso creo que hay que incidir más, no en la participación de mujeres, si no en la participación igualitaria de mujeres y hombres. Pero como decía al principio, independientemente de cada realidad, es importante que desde la cooperación al desarrollo se cuente más con quien recibe el proyecto que con quien lo trae. -
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