Formación – Solidaridad Internacional › Foros › El laberinto de los Derechos Humanos y la igualdad para las mujeres en África – III Edición › Módulo 4
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noviembre 5, 2020 a las 11:10 am #922Almu_gbModerador
Hola a todas,
Me uno a la petición de Tamara, de hacer una lista de las recomendaciones que pueda ser compartida por mail. Sería de ayuda para poder verlas todas con más tiempo.La verdad es que, leyendo el módulo y las aportaciones del foro, estoy reflexionando mucho sobre el papel de la mujer africana en la economía. Por mi trabajo en cooperación, me he encontrado con muchas realidades diferentes relacionadas con la esto y creo que en relación a la economía y la mujer hay muchas situaciones diferentes dependiendo del país africano y de la zona de la que se hable. No sabría contestar a las primeras cuestiones que planteaba Marian de manera generalizada.
Solo en Uganda, uno de los países dónde he trabajado más tiempo, encontré realidades muy distintas…desde mujeres que se iniciaban en la vida laboral con microcréditos para pequeños negocios (https://www.youtube.com/watch?v=ShluvLjgKVs ) a emprendedoras en el área rural con negocios más grandes (https://www.youtube.com/watch?v=F-7OsewjFf8) hasta mujeres con sus cadenas de ropa en grandes centros comerciales, o empresarias dirigiendo colegios, restaurantes, marcas de moda (https://www.youtube.com/watch?v=gW_D1ZuZWHI ) todo ello realidades distintas en un mismo país. Unas más perjudicadas por leyes de propiedad, otras rompiendo la barrera de lo que es culturalmente aceptado… Aunque, en definitiva, poco a poco se va consiguiendo una igualdad o al menos un acceso a la economía.
Por otro lado, en Guinea Bissau dónde trabajo, las chicas jóvenes prefieren terminar sus estudios en las ciudades o a emprender un negocio a la capital huyendo de la precariedad del área rural y de un matrimonio prematuro. No se si estáis de acuerdo en que las familias africanas se sostienen sobre los hombros de la mujer, y son ellas las que más trabajan, aunque no sean dueñas de la tierra o los ingresos producidos. Esto es muy evidente en las zonas rurales. Sigue estando asociado a la pobreza y a la precariedad.Creo que en las ciudades dónde la comunicación y la información es mayor, pueden darse esos ejemplos que ponía al principio de igualdad en cuanto a trabajo o importancia económica. Pero en las áreas de incidencia de la cooperación, como lo son, por ejemplo, los campos de refugiados o la zona rural, queda aún muchos pasos que dar.
Esto me lleva a contestar a la pregunta que se planteaba sobre cómo se podría “descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo para que las relaciones entre las partes fueran más equitativas y diversas en cuanto al género.
Creo que un primer paso es hacer, redactar los proyectos con la gente local. Dedicar mas tiempo y recursos a conocer bien la realidad local, si ya existen asociaciones o redes locales de organización económica o social, apoyarse en ellas y ver que propuestas tienen, que necesidades son las más importantes o cuales son los problemas que más sufren. Habrá casos en que los proyectos tendrán que ir dirigidos sólo a la mujer, pues por su vulnerabilidad asociada a pobreza, igualdad y acceso a la educación o a la riqueza, necesite más apoyo. Pero otros que sea más necesario incidir en la igualdad de género. Por ejemplo, de las 63 asociaciones de mujeres hortícolas con las que trabajo, 23 de ellas tienen en sus cargos de más poder de decisión (presidente y vicepresidente) a hombres de la aldea, y la mayoría de ellos no pone un pie en la huerta. Otras asociaciones, sin embargo, sólo tienen como firmantes masculinos a los dueños de los terrenos que se los cedieron. En este caso creo que hay que incidir más, no en la participación de mujeres, si no en la participación igualitaria de mujeres y hombres. Pero como decía al principio, independientemente de cada realidad, es importante que desde la cooperación al desarrollo se cuente más con quien recibe el proyecto que con quien lo trae.noviembre 5, 2020 a las 12:14 pm #935pescuteModeradorKaixo!
Me ha gustado este tema porque se ha trabajado desde lo que son las mujeres en África también, (a parte de lo que no son -o no les dejan ser-): mujeres científicas, trabajadoras, aunque muchas dentro del trabajo informal y no reconocido, emprendedoras y que se han agrupado para crear asociaciones profesionales.
Sin embargo, creo que el imaginario colectivo actual occidental sigue considerando a las mujeres africanas como mujeres que nunca han trabajado, o que los “trabajitos” que han ido haciendo a lo largo de su vida son irrelevantes, que son unas enamoradas del amor romántico y que esperan vivir de sus maridos y su máximo deseo es cuidar de sus hijos. Y no os voy a engañar, yo también he tenido esos prejuicios alguna vez incluso trabajando con mujeres africanas, poniéndolas a todas dentro de un mismo saco, como si “ser mujer africana” sólo pudiera ser de una manera.Recomiendo el libro “La Flor Púrpura” de Chimamanda Adichie (en realidad todos los suyos!), autora nigeriana que ya se ha nombrado por aquí con su charla de TED. En relación con la temática de este módulo, destacaría el personaje de la hija de la familia, que nace en el seno de una familia de clase media muy católica y rígida (sobre todo su padre). Sus constantes diálogos internos con lo que le han dicho que una niña/mujer debería o no hacer y lo que ella vive cuando visita la familia de su tía (más liberal y respetuosa), me parece que es interesante y nos vende esta idea de los distintos roles de mujer africana. Su padre siempre critica a su hermana (la tía de la protagonista) por ser demasiado “liberal” y como una mujer africana “no debería ser”, pese a que ella es profesora de Universidad y es una mujer empoderada.
Marian, yo sí conocía todos los vídeos de “Africa for Norway”. Justo me los pasaron los profesores del Máster de Cooperación y me parecieron muy divertidos a la vez que reveladores. En mi defensa como exestudiante de cooperación diré que, a diferencia de María, agradecí mucho la visión crítica de la propia cooperación que tuvieron en mi máster, ya que nos hicieron ver que la Cooperación también se puede (y debe) hacer desde los países del “norte” y con incidencia política. ¡La verdad que salimos todas de ese máster odiando más la cooperación que queriéndola! Pero con el tiempo creo que cada una ha sabido “recolocar” esa indignación y rabia con la que salimos del máster e intentar trabajar la cooperación desde un sentido más crítico para ir cambiándola poco a poco desde dentro.
Muchas gracias por todas las recomendaciones de libros y material audiovisual. Le echaré un ojo a todo!Patrícia
noviembre 5, 2020 a las 6:03 pm #937AinhoaModeradorKaixo!!
Muchisimas gracias por todos los recursos ofrecidos a lo largo del debate en el foro, siendo la gran parte de ellos nuevos para mí, por lo que los tengo todos apuntados para poder ir trabajándolos poco a poco.
También agradecer a todas vuestras aportaciones, porque de verdad que me han parecido muy interesantes y me están enriqueciendo mucho.
Sin intención de repetir las ideas y conocimientos compartidos por las compañeras me gustaría compartir algunas de las reflexiones o ideas que me han venido a la mente cuando os iba leyendo.
Si bien he tenido un par de experiencias desde el voluntariado en el ámbito de la cooperación me siento muy nueva y muy pez aún en este ámbito. Actualmente estoy terminando el master de Cooperación y Desarrollo (a falta de las prácticas y el TFM) y me he sentido totalmente identificada con Patricia cuando comentaba que salió del master odiando la cooperación mas que queriéndola. Yo salía de clase cada día prácticamente con esa sensación de que algo en lo que confiabas que era bueno y que ayudaba en realidad quedaba muy lejos de ese ideal creado en tu mente. Pero también dándome cuenta de cómo desde nuestra posición en el norte tenemos mucho trabajo que hacer, desde aquí y aquí. Como los estereotipos que tenemos creados y la cantidad de prejuicios hacía la comunidad Africana, y en especial hacía las mujeres. Los movimientos liderados por mujeres que se citan en los materiales del módulo son desconocidos (yo creo) para una grandísima parte de la sociedad, pero las guerras y conflictos armados que se dan en los países del África subsahariana todxs los conocemos. Claramente sigue habiendo un interés en perpetuar la situación imperialista y colonizadora. Por ello poder conocer y compartir lo conocido es una manera (si bien quizá pequeña) de generar cambio. Y creo que eso es una parte positiva de las tecnologías de la información; que esa conexión entre tantas y tantas personas de todas las partes del planeta compartan sus iniciativas. Quizá sea un trabajo superficial y con el que se llega a pocos lugares, pero es un paso. Y me parece que es un paso importante, porque por medio de las tecnologías de la información es como actualmente la chavalería (las nuevas generaciones) tienen acceso a lo que ocurre en el mundo, lo que ocurre en el pueblo de al lado y en el punto más remoto de otro continente. Por ello el que las personas, en este caso las mujeres y concretamente las subsaharianas, que durante tanto tiempo han sido silenciadas y lo siguen siendo en muchos casos, puedan dar testimonio; mediante imágenes, videos, textos, … o lo que sea, acerca las realidad que ellas viven de una manera más real (teniendo en cuenta que también se puede hacer un mal uso de todas estas herramientas y generar confusiones).
Con muchas ganas de seguir aprendiendo junto a vosotras,
Ondo izan!
Ainhoa Fonseca
noviembre 5, 2020 a las 8:20 pm #938MAITEModeradorKaixo!
Como de costumbre llego un poco tarde al debate. Veo que lo que empezó siendo un debate/respuesta a preguntas lanzadas por Marian, ha pasado a ser una gran bibliografía de recursos, así como de aportaciones y experiencias super interesantes . Viendo como nos esta cambiando la vida, creo que tendremos tiempo para poder leer, ver tanto material.
Muchas gracias por compartirlo, no conocía y tengo que reconocer que me ha impactado los de Africafor Norway. En realidad, aunque nunca he viajado a África, me he visto un poco reflejada, en la “blanquita” que intenta enseñar su visión del mundo a personas adultas, como si esas personas no tuvieran ya su propia visión y criterio. Pero no voy a centrar mi aportación en la autocritica que me hago en mi trabajo
Tampoco quiero repetir lo que ha ido respondiendo la gente. Simplemente compartiré ideas que me han surgido con la lectura de vuestras aportaciones y del temario.
En mi imaginario, la mujer africana, es una mujer trabajadora, precaria, es una mujer de medio rural ( no se porque, siempre pienso en África como aldea, bueno, si se porque…), es una mujer con poca educación formal, es una mujer obediente y es madre. En definitiva, en mi ideario la mujer africana es alguien con mucha responsabilidad sobre su espalda. No solo la responsabilidad de su familia, si no responsabilidad para con su comunidad. Porque creo que la mujer, en África también, esta sometida a grandes presiones de lo que de ella se espera.
En mi trabajo, como ya sabéis, he conocido diferentes mujeres procedentes de diferentes paises de África subsahariana, y cual fue mi sorpresa cuando conocí que una de ellas ha ido a la Universidad, ha hecho un Master y quiere hacer un doctorado. Esa no es la mujer que estaba en mi imaginario, ni el perfil de mujer con la que suelo trabajar… Porque desgraciadamente, es cierto que la mayoría de las mujeres no tienen la oportunidad de realizar estudios superiores. Poco a poco, voy descubriendo la historia de esta mujer, creció sin padre porque este las abandono, su madre sola, costeo gran parte de sus estudios (se dedicaba al mercado), y aun así, un día aparece el hermano del padre y decide que tiene que casarse con quien el decida. Y ella tiene que huir de su pais, para evitar este matrimonio. Me indigno y sorprendió mucho su historia. Una mujer con estudios, que ha sido criada solamente por otra mujer, tiene que dejar su vida porque un hombre lo decide.
No es que no me indigne el matrimonio forzado de otras mujeres, pero pensaba que esa costumbre, ese poder de decisión del hombre sobre las mujeres se daba mas en las zonas rurales, o en familias con pocos recursos.
Cuando he leído en el temario, como las viudas quedan a disposición de la familia del marido y que afecta por igual a políticas e intelectuales me he acordado de la historia de esta mujer, y de la historia de su madre.
Creo imprescindible seguir dotando de herramientas a las mujeres, para no solo tener derecho a un trabajo digno, si no a una vida digna en la que ella sea su propia dueña y para ello hay que implicar a toda la sociedad.noviembre 5, 2020 a las 9:32 pm #940PaulaModeradorBuenas noches! -creo que no se ha cargado mi publicación anterior, intentaré replicarla. Disculpen si se publica doblemente!-
Quería compartir dos películas maravillosas de directores africanos y relacionadas con las preguntas propuestas:
-Sarraounia (Med Hondo, 1986), supone un antídoto contra esa “historia universal” que nos contaron en la escuela y que olvida las vivencias del 90% del universo. Además de que cada fotograma es una obra de arte, cuenta la historia real de la joven reina Sarraounia (Hausa, en la actual Nigeria), una de los pocas líderes que resistió a los avances de la colonia francesa del sanguinario Paul Voulet. Un ejemplo brillante de cómo a través del cine podemos combatir el “síndrome del cíclope” (Bonnie Anderson) -limitación de la mirada tuerta de un único ojo viril- que conlleva a que los estándares euro y androcentristas se asimilen como universales mientras los femeninos se perciben como meras curiosidades a único interés de las mujeres. La historia de este personaje también ayuda a romper con el “imaginario social” más generalizado de las africanas y su relación con el poder.
-La petite vendeuse de soleil (Djibril Diop Mambéty, 1998) refleja la economía irregular de la que hemos leído esta semana a la que están vinculadxs miles de niñxs. La sinopsis dice:
“En Dakar, la venta ambulante de periódicos siempre ha sido una actividad reservada a los chicos, pero una mañana, Sili, la pequeña mendiga, lo pone en duda. Debe tener entre 10 y 13 años de edad y vive en la calle desplazándose con la ayuda de muletas. Pide en el mismo lugar donde los chicos venden los periódicos. Pero hoy, estos la agraden con violencia y rueda por el suelo. Está decidido. Ella también venderá periódicos, como todo el mundo.”
Me gustaría además compartir un aprendizaje que tuvimos en mi equipo laboral durante la cuarentena. Como el resto del mundo, nos vimos obligadas a digitalizar nuestro trabajo pero en un contexto donde nuestras contrapartes y usuarios no disponen de acceso a internet. Por un lado, mes a mes fuimos observando desgraciadamente cómo la brecha digital iba alejando a esas personas sin acceso a internet y empeorando su situación laboral, educativa y económica. Por otro lado, para nuestra sorpresa, comenzamos a percibir una mayor presencia de mujeres en las actividades virtuales. Mujeres que no accedían a nuestro local cuando estaba abierto por un sin fin de obstáculos -por ejemplo la falta de iluminación en sus barrios de noche- pero que quizás sí podían participar en un debate por Whatsapp con nosotroas desde casa.
Sin duda no podemos perder el foco en la importancia de un internet más democratizado.
noviembre 5, 2020 a las 10:06 pm #94100000ModeradorBuenas noches a todas.
En primer lugar, gracias por las recomendaciones que habéis hecho en el foro, tanto a Mariam como a las compañeras alumnas. Muy enriquecedor. El debate quizás ha ido más allá de las preguntas planteadas pero creo que ha sido interesante y han salido sugerencias y recomendaciones que podrán enriquecernos y ampliar la visión. Me sumo a la petición de un recopilatorio de todas las recomendaciones realizadas para tener de referencia.
Mariam, me ha gustado el enfoque del módulo de plantear y resaltar logros y avances conseguidos en materia económica aunque por lo que hemos visto destaca la economía informal y el logro sería visibilizar y formalizar esa economía, en primer lugar para poner en valor el trabajo realizado por las mujeres y porque puede generar ingresos tributarios que puede beneficiar al conjunto de la ciudadanía.
Como ya se ha comentado en este grupo y en otros anteriores, la etapa colonial con la mirada eurocentrista, marcó y dejó huella en patrones culturales patriarcales que aún siguen presentes.
Respondiendo a alguna de las preguntas que has planteado, por ejemplo¿ cómo influyen actualmente las tecnologías de la información en ese papel activo y activista de las mujeres africanas? Previamente a la etapa tecnológica de las últimas décadas, había movimientos y redes de mujeres que han liderado luchas de defensa de sus derechos que han conseguido logros importantes. Las nuevas tecnologías, como en todos los lugares del mundo ha permitido tener un conocimiento respecto a qué se está haciendo en otros lugares y acercar esas luchas y logros, que permite motivar e impulsar a mujeres a reivindicar sus derechos. Permite generar redes, de intercambio de conocimiento, que permite fortalecer y trabajar conjuntamente. El problema que encontramos es la brecha digital, pues como en todos los lugares, el acceso a nuevas tecnologías es más accesible en espacio urbano no así en rural… y en el caso de Africa nos encontramos que en las ciudades también hay serias dificultades de acceso.
Respecto al imaginario social acerca de las mujeres africanas y su relación con la economía: mujer que es madre de numerosos hijos, dedicada a las tareas domésticas y apoyando en las tareas de pastoreo y cuidado de ganado y pequeñas tierras.
• ¿Conoces algún ejemplo exitoso o caso concreto de lucha por parte de las mujeres africanas en esa búsqueda por la equidad de género (en la economía), y otros ámbitos sociales? ¿Podrías explicarlo? Conozco un ejemplo en Uganda. En una comunidad de Uganda, zona de cafetales, las mujeres participaban tradicionalmente en el cultivo y recolección del café, pero no tenían acceso a propiedad de la tierra, ni a créditos y pro supuesto no se dedicaban al comercio del café. En esta comunidad un grupo de mujeres, a pesar de cierto recelo de sus maridos, comenzaron a organizarse y pudieron acceder a créditos, que destinaron a hacer crédito rotatorio. Mejoraron cosechas, aumentaron los ingresos de la familias, con lo cual mejoró la alimentación y mejoras de salud. Se formaron en diferentes temas que les permitió mejorar en la producción y comercialización. Animaron a los maridos a participar en espacios de formación en cuestiones de género, que generó que desapareciera el recelo de los maridos . Ellas mismas empezaron a comercializar el café, no sólo a nivel local sino a nivel internacional. Y desde hace unos años, esta cooperativa exporta café a países de Europa, entre ellos España. Ha sido valorado y etiquetado como café de comercio justo y es un buen café que podemos encontrar aquí y consumiendo café de estas productoras se está apoyando a estas mujeres a generar su propio desarrollo económico y el de sus familias.
Buenas noches.noviembre 6, 2020 a las 9:40 am #942mariandelmoralModeradorHola de nuevo a todas,
(*Si veis doble este mensaje, es que no sé qué ha pasado con el anterior, le he dado a enviar, pero no ha salido…)Simplemente, quería informaros del encuentro (online) que se va a dar el próximo lunes, 9 noviembre, gracias a la Fundación Mujeres por África (https://mujeresporafrica.es/). No sé si será abierto a todo el público, ojalá sí. Os copio el mail para que quien quiera participar, escriba a la organización y se informe a ver cómo hacerlo y de si existe la posibilidad. Email: fundacion@mujeresporafrica.es
Esta es la temática y las asistentes. (un plantel de lujo)
HIGH LEVEL PANEL OF AFRICAN WOMEN POLITICAL LEADERSHIP
WOMEN’S POWER AND GOOD GOVERNANCE IN THE ERA COVID-19Organizers:
The HIGH -LEVEL PANEL OF AFRICAN WOMEN POLITICAL LEADERSHIP is a joint effort of
– The Ellen Johnson Sirleaf Presidential Center for Women and Development.
– The International Federation of Business and Professional Women (BPW International)
– The Women for Africa Foundation
To support African women candidates’ political campaigns. Some of the pioneer women who reached top political post in their countries will share their experiences as governing leaders, side-by-side some African women leaders that are currently undergoing political races in their countries.
Panelists:
Prof. Ellen Johnson-Sirleaf. Former President of Liberia. Nobel Prize Laureate and Chair of Ellen Johnson Sirleaf Presidential Centre for Women and Development
Catherine Samba-Panza. Former President of the Central Africa Republic and current candidate for the December 2020 presidential elections
Mª Teresa Fernández de la Vega. Former Vice-President of Spain, President of the Council of State of Spain and President of Women for Africa Foundation
Prof. Marie-Louise Coleiro. President Emeritus, Republic of Malta. UNIDO Goodwill Ambassador for Equality and a Champion for the Third Industrial Decade for Africa
Dr. Makale Traoré. Candidate of the October 2020 Presidential elections of Guinea Conakry
Brigitte Dzogbenuku. Candidate of the December 2020 Presidential elections in Ghana
Marie-Sylvie Hervo-Akendengué. Candidate of the 2023 Presidential elections in Gabon
Oley Dibba-Wadda. Chair of the Gam Africa Institute for Leadership
Facilitator:
Dr. Amany Asfour. International President of the International Federation of Business & Professional Women ( BPW International)
Un abrazo,
Mariannoviembre 6, 2020 a las 9:50 am #943LauraModeradorBuenos días a todas!
La verdad que este esta siendo uno de los foros más enriquecedores del curso! Espero con ganas esa lista recopilando todos los materiales (películas, libros y artículos) que habéis recomendado para con tranquilidad poder ir disfrutando de cada uno de ellos.
Siempre me ha gustado leer y escuchar autores/as locales y entender sus miradas.
En mi opinión, uno de los principales factores que llevan a crear en Europa un imaginario social de África, sus habitantes y las mujeres africanas en particular, es que la mayoría de películas, libros, artículos que nos llegan sobre África han sido escritos por autores no africanos.
Así pasa por ejemplo con las películas que habéis comentado al inicio de este foro, y en contraposición industrias como Nollywood son desconocidas para una gran parte de la población no africana incluso como estamos viendo en este foro para personas en un principio interesadas por el continente de una manera más profunda y comprometida.
Pienso que lo mismo ocurre con grandes escritoras y escritores africanos que por el echo de ser africanos o por no escribir en nuestra lengua no llegan a ser conocidos en la esfera más internacional.
Todo esto lleva a tener un imaginario sesgado a esto hace referencia Chimamanda Ngozi Adichieescritora Nigeriana de la que ya hemos hablado en otros módulos de este curso en su charla TED “El peligro de la historia única”.Volviendo a las preguntas lanzadas al inicio del módulo, sobre el papel de las nuevas tecnologías en el activismo de las mujeres africanas, como hemos ido estudiando, existe una gran tradición de asociación y activismo entre las mujeres africanas. De echo, las mujeres fueron parte importante de muchos movimientos de descolonización.
Actualmente las nuevas tecnologías han supuesto un altavoz enorme para los movimientos de mujeres no solo en África sino también a nivel mundial.Por último, me gustaría sumarme a la lista de recomendaciones con un documental de medicusmundi y Kanaki films, el documental se titula “WOMAN”. Y en él se trata el problema de la violencia de género en Mozambique y como activistas feministas se han unido a raperas para a través de la música y en concreto del hip hop hacer frente a esta situación.
Lo que se expone es este documental me ha recordado a lo que vimos en el modulo anterior de como las mujeres a través de danzas y musica tradicionales organizaron un movimiento anticolonialista que paso totalmente desapercibido ante los poderes coloniales.Aquí dejo el link al documental https://woman.cat/pelicula/
Saludos!
noviembre 6, 2020 a las 10:00 am #944IreneCarravillaModeradorHola a todas,
Cada vez que leo la actividad del foro me da mucha envidia (de la buena) porque veo que tenéis mucho recorrido y conocimientos en el este continente, yo soy muy nueva en todo esto, asique a modo de aprendizaje me he apuntado las películas/documentales/artículos/libros que habéis comentado para poder seguir conociendo más .
Estoy de acuerdo con mis compañeras en que el colonialismo es una de las bases fundamentales en las que radica la diferencia en la economía entre los géneros. Si bien es cierto que tenemos que prestar también atención a los Gobiernos de estos países , a las multinacionales que explotan la mano de obra y a los organismos internacionales.
Creo que fallamos en occidente cuando damos un papel tremendamente dependiente a las mujeres africanas (consecuencia de nuestra educación occidental, de los medios de comunicación y de gran parte de la cultura que le ha asignado ese papel) , imaginamos a esas mujeres como personas sin apenas capacidad de reflexión y una vida basada únicamente en el cuidado de las familias, con todos los movimientos sociales que han sido caracterizados por mujeres africanas y los grandes cambios que han supuesto parece que esa imagen que tenemos no se ajusta a la realidad.
Seguimos aprendiendo chicas, muchísimas gracias por todo
noviembre 6, 2020 a las 10:13 am #945mariandelmoralModerador¡Kaixo!
Almudena, Patricia, Ainhoa, Maite, Paula y 0000 (no sé cuál es tu nombre), gracias por todas vuestras recomendaciones y reflexiones. ¡Son geniales! Estamos todas en la misma línea de auto-reflexión y auto-cuestionamiento como profesionales que se dedican, desde diferentes ámbitos, al continente africano y por otro lado, al compromiso de replantear los “modus operandi”, ideologías y formas de acometer el trabajo que realizamos. Indudablemente, un enfoque euro-andro-etno-céntrico no nos gusta nada. 🙂
Tenéis toda la razón al hablar de brecha digital y falta de acceso a las tecnologías en algunas zonas rurales (incluso urbanas) o cuando remarcáis el gran papen de las mujeres en la “economía informal”. Desde mi propia investigación y experiencia, puedo decir que los modelos de resistencia e incluso creatividad a la hora de actuar en pro-de sus propios beneficios, posiciona a las mujeres africanas (y me choca hablar con tal generalización), una vez más en un lugar aventajado, es decir, han sabido adaptarse a los tiempos, generar sus propios mecanismos y servirse de los recursos a su alcance, de forma magistral. Esto, en la mayoría de los casos, no hace que estén en igualdad respecto a los hombres, pero sí las identifica como agentes activos en sus sociedades e incluso a nivel internacional. Este, aunque parezca una tontería, es un gran cambio de percepción y concepción de las mujeres africanas. El verlas e identificarlas por lo que hacen y consiguen, cambia mucho el enfoque.
Podría hablaros del caso del cine nollywoodiense y sus estrategias de producción y distribución, al igual que la gran aportación que desde la economía informal, se hace a otros ámbitos de la economía formal. Realmente lo de formal e informal también requeriría un debate, que por ejemplo, el autor Brian Larkin, emprende con respecto a la piratería en el cine de Nollywood. ¿Qué es pirata o no si la generalidad de la población lo produce y lo consume?. Realmente, se denomina de una manera excluyente a todo lo que está fuera de lo que marca la ley o normas del mercado, pero no olvidemos que eso también es una construcción social y política, además de responder a un contexto histórico. Con todo ello, me surge la reflexión entorno al poder y el “empoderamiento”, que también tienen estas mujeres en ámbitos “informales”, aunque no aparezca en las estadísticas de las economías formales… Ahora bien, ver este potencial, no nos puede amilanar en la lucha por alcanzar esos derechos laborales en esas otras esferas que privilegian a los hombres y sobre todo, si son blancos.
Incluso aquí en España y ahora con la situación COVID, hay todo un debate con respecto a la conciliación del ámbito de los cuidados y el trabajo fuera de casa, que con el teletrabajo se fusiona en espacios y tiempos con el del cuidado (al menos el de los hijos y personas mayores). Nos damos cuenta que las dicotomías y separación, también por géneros, que implantó en su época el mercado de trabajo, doméstico-privado y público-político, adscritas a mujeres y hombres respectivamente, está puesto patas arriba con la situación actual…
Sigamos… pensando y actuando y digo yo, que algo, cambiará, por el bien de todas y todos.
Un abrazo y buen día,
Mariannoviembre 6, 2020 a las 10:14 am #946mariandelmoralModeradorGracias, Irene, se ve que estábamos escribiendo a la par.
Un beso,
Mariannoviembre 6, 2020 a las 11:03 am #949carmenModeradorBuenos días a todas, encantada de la lectura de los materiales y de la ingente información que se aporta a través del foro. A continuación presento una pequeñas reflexiones para intentar responder a todas las preguntas generadoras del debate:
1. ¿ Dónde crees que recaen las causas (también a nivel histórico) para analizar la situación de las mujeres en las Economías africanas?
Parto de una premisa inicial antes de dar respuesta a la pregunta, de que a pesar de que las mujeres africanas son piezas clave en todos los aspectos de la realidad social, económica y cultural de sus países, su participación en el desarrollo ha permanecido ampliamente invisible. En África, como en el resto del mundo, las mujeres son agentes centrales del desarrollo, en primer lugar simplemente porque representan cerca del 40% de la fuerza laboral. Una cifra que se puede incluso considerar como infravalorada, puesto que una parte de su trabajo, aunque productivo, permanece invisible en las estadísticas oficiales al no estar remunerado.
La razón de esta persistencia de los índices de pobreza femenina, a pesar del trabajo realizado a diario por las mujeres africanas, se encuentra en mecanismos fuertemente arraigados y no siempre explícitos de discriminación social que dificultan y limitan el acceso a la tecnología, la formación, la propiedad, al crédito y al empleo de calidad y que consiguen anular los efectos beneficiosos que podrían tener estas capacidades.
En este sentido, la normativa colonial europea reforzó esto al negarles derechos legales a las mujeres en favor de los hombres (el derecho a la propiedad privada de la tierra, el derecho a participar políticamente, a la educación, a casarse libremente, etcétera), situación que las primeras constituciones y normativas nacionales de los Estados independientes –que en su mayoría fueron dictadas por las elites masculinas– continuaron y consolidaron.
Reconociendo la diversidad y la complejidad del continente, pese a sus grandes diferencias, es posible analizar globalmente su situación con cierto rigor, ya que han pasado por los mismos procesos históricos (esclavización, colonización, proceso de independencia, crisis del Estado independiente, neoliberalismo, globalización). Aunque se debe tener cuidado para no caer en distorsiones al generalizar. Como señala Remei Sipi, lideresa africana, “ o todas las mujeres son idealizadas madres fecundas y generosas, o son pobres mujeres sojuzgadas y entregadas al matrimonio en su pubertad”.
Se las estigmatizado a lo largo de los siglos y todavía en lo actualidad, desde un lugar de exotismo donde solo son un mero objeto pasivo de las fuerzas sociales y de los imperativos masculinos, enmarcados en un contexto “tradicional” dentro del cual se justifican ciertas prácticas culturales denominadas “folklóricas”, como las ornamentales o ceremonias rituales –por ejemplo el uso del barracano en Libia; el uso de máscaras bundu en la sociedad sandé de Sierra Leona; en Mauritania las niñas y mujeres son engordadas para estar más hermosas– que son explotadas por el turismo; y en otras ocasiones estas prácticas son criticadas –como es el caso de la ablación femenina– desde una posición pasiva en donde priman los “buenos” sentimientos de la sociedad internacional, en especial de los países desarrollados, pero que no se concretan en acciones que modifiquen la situación de la mujer africana.
Estas visiones estáticas sobre la situación de la mujer parten de concebirla fuera de un proceso histórico concreto, excluyéndolas en todos los espacios al considerar que no pueden tener un papel destacado en el proceso de desarrollo.
2. Si hacemos un repaso a los grandes hitos históricos en el continente, ¿cuáles crees que serían los momentos y transformaciones más importantes para el avance de las mujeres en tanto que parte activa de sus sociedades? ¿Cómo crees que les han repercutido y beneficiado en sus vidas cotidianas? ¿Han tenido o tienen un papel activo para que acaezcan esas transformaciones? ¿Cómo crees que influyen actualmente las tecnologías de la información en ese papel activo y activista de las mujeres africanas?
En relación a los momentos y transformaciones más importantes, se suele revisar y analizar la historia del continente en las siguientes fases.
En una primera fase , los roles asumidos durante el periodo precolonial que es un periodo bastante desconocido sobre África Subsahariana y concretamente sobre las mujeres del continente debido a las dificultades para encontrar fuentes históricas. El conocimiento de las sociedades africanas antiguas de cazadores y recolectores ha mostrado los roles centrales de las mujeres políticamente y materialmente, participando en la supervivencia física de sus comunidades y tomando decisiones diarias y en los rituales que aseguraban la continuidad cohesionada del grupo.
La segunda parte, la resistencia y la lucha de las mujeres contra la esclavitud y el colonialismo.
La tercera parte, el papel clave de las mujeres en los procesos de independencia, las controversias y contribuciones en los procesos de descolonización;
En la cuarta parte, el liderazgo ya a nivel individual y colectivo de las mujeres en la construcción de los estados nación africanos y las contradicciones y estrategias para espacios de toma de decisión.
En la quinta, las estrategias de resistencia del movimiento y organizaciones feministas y de mujeres ante las dificultades de las sociedades africanas con la crisis de los años 1970 y el aumento de las desigualdades impuestas por la aplicación de los Programas de Ajuste Estructural (en adelante PAE) y las respuestas de las mujeres ante tales dificultades;
En la última, las aportaciones del movimiento feminista y de mujeres en la actual situación de globalización sin precedentes en el continente, sus organizaciones y liderazgos.
A lo largo de la historia por tanto, los grandes logros que han cambiado también la cotidianidad de las mujeres africanas, ha sido el asumir que los derechos de las mujeres son derechos humanos, por muy de perogrullo que parezca y queda aún mucho trabajo por hacer para revelar y anular el androcentrismo en todas las sociedades. Y en estos procesos las mujeres han jugado un rol central y también les ha supuesto un gran costo a nivel personal, laboral y social. Siguen sufriendo amenazas y se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad por defender sus derechos, inclusos con situaciones de muerte y cárcel por ello. Cuando me entero del abominable secuestro de 276 niñas en Nigeria por un grupo hipócritamente religioso que amenaza con venderlas al mercado global de la trata para la explotación sexual o someterla a matrimonios serviles se ha convertido en foco de la indignación mundial. Sólo el activismo feminista y pro-derechos humanos ha logrado que la noticia no haya pasado al olvido. La indiferencia y el olvido es lo habitual cuando se habla de niñas, negras y africanas.
Y lo que nos preocupa todavía son los grandes retos para la igualdad real entre los géneros , el trabajo no remunerado y de cuidado que no se reconoce, las limitaciones a la participación real y efectiva en todos los espacios de decisión de todos los sectores, el impacto de los conflictos y las crisis humanitarias en la vida de las mujeres , las desigualdades en el acceso a la educación o la persistencias de violencias contras las mujeres.
3. ¿Cuál crees que es el “imaginario social” más generalizado acerca de las mujeres africanas y su relación con la economía? ¿Conoces alguna película que trate las temáticas del módulo IV?
Debemos partir de la existencia de un doble espacio cultural africano, el magrebí, y el subsahariano pero siempre hablamos de ellos como espacio de frontera con la supremacía todavía del continente europeo sobre ello. Y hablamos de mujeres africanas casi siempre cuando hay conflictos, no para visibilizar sus logros o para tenerlas como referente. Cada uno de estos dos espacios, y derivado de nuestras relaciones históricas, es percibido por de forma diferente. En el caso por ejemplo de mujeres magrebíes siempre nos parecen sumisas y obedientes, silenciosas y abnegadas cubiertas por sus vestimentas, que las reprimen. Y en muchos casos, las consideramos además radicales islamistas. En las mujeres subsaharianas, tiene otras connotaciones, derivadas de la poca relación con estos países, en las últimas décadas un poco más con el fenómeno migratorio. Suelen verse como mujeres ignorantes, sin historia y sin cultura. Con sus trajes exóticos que trabajan en el campo, que represente el atraso, nunca la modernidad. Y que son todavía un poco salvajes porque mutilan a sus niñas o las obligan a casarse muy joven y toleran la poligamia.
Algunas referencias de películas y documentales recientes que he visto….
-Voces desde Mozambique. Documental dirigido por Susana Guardiola y Francoiçe Polo que nos cuentan cinco historias a través de la vida de cinco mujeres mozambiqueñas que luchan por ser ellas mismas y salir adelante; todas inspiradas en el mito de la mítica activista Josina Machel. Un canto a la libertad de todos y a la femenina en especial.
-Paraíso: Amor. Hecha en Kenia y dirigida por el austríaco Ulrich Seidl esta película forma parte de una trilogía que muestra una búsqueda de la felicidad a través de las vacaciones de tres mujeres que pertenecen a una misma familia. Esta es la primera entrega y relata como en las playas de Kenia las mujeres blancas como Teresa (la protagonista), conocidas allí como “sugar mamas” hacen turismo sexual con los jóvenes locales. Temas como la explotación, la miseria, el sexo y el amor se muestran desde una perspectiva única.4. ¿Conoces algún ejemplo exitoso o caso concreto de lucha por parte de las mujeres africanas en esa búsqueda por la equidad de género (en la economía), y otros ámbitos sociales? ¿Podrías explicarlo?
Para evidenciar la influencia de las TIC en la actualidad., el caso de Ruanda es significativo. El elevado número de mujeres en cargos públicos no se traduce en una incidencia real en consecución de una mayor libertad política o en el progreso de las propias mujeres. En 2018, Diane Rwigara y Victoire Ingabire fueron detenidas por incitar a la violencia y la insurrección. Ambas, en épocas diferentes, intentaron disputar la presidencia a Paul Kagamé. Las etiquetas #FreeDianeRwigara y #FreeVictoireIngabire, que pedían la libertad para las dos activistas, fueron tendencia en Twitter.
noviembre 6, 2020 a las 11:52 am #956JoanaModeradorHola a todo el mundo. En primer lugar, disculparme por no haber podido participar antes en el debate de este módulo. Disculpad también por la extensión de mi post, puesto que me gustaría compartir la experiencia de un proyecto que desarrollamos en Mali desde 2014 en el Círculo de Yélimané y para ello es preciso situar el contexto y explicar el proyecto paso a paso. Intentaré ser lo más breve posible.
El Círculo de Yélimané es una comarca de la región de Kayes, al oeste del país, formada por 12 municipios, con una extensión de 77’5 Km. de este a oeste y de 100 Km. de norte a sur. Se encuentra en el Sahel, una eco región semiárida de transición entre el desierto de Sáhara y la sabana sudanesa, con gran déficit de agua, un clima muy extremo y en proceso de desertificación, acentuado por el cambio climático. En el Círculo de Yélimané viven 235.962 personas de las que el 52% son mujeres (censo de 2018). El 90% de la población es soninké, aunque también hay presencia de peulhs, bambaras, maures y khassonkés. Todas las etnias tienen una tradición asociativa muy importante que conlleva que en Yélimané haya más de 300 asociaciones (mayoritariamente de jóvenes y mujeres), de las cuales 56 son de mujeres horticultoras.
La agricultura, junto a la ganadería, es la actividad principal del Círculo de Yélimané, con una diversificación escasa, dominada por el cultivo de cereales y el cacahuete. A pesar de esta concentración, la producción sólo cubre las necesidades del Círculo durante 108 días; el resto del año depende de los mercados externos. Hasta hace 15 años las verduras eran casi desconocidas, pero su cultivo se ha ido extendiendo y actualmente la horticultura ocupa al 80% de las mujeres que viven cerca de un punto de agua, aunque mayoritariamente se practica precariamente y para el autoconsumo.
El agua es un bien escaso en el Círculo de Yélimané. Las precipitaciones anuales varían de los 400 a 600 mm y se concentran en la estación de lluvias (“hivernage”, de junio a septiembre); las temperaturas pueden alcanzar más de 50º en la estación calurosa, con lo que los niveles de evaporación son muy altos. En los últimos 5 años, las lluvias se han producido de forma muy concentrada en el espacio y en el tiempo, de forma que ha dado lugar a episodios violentos y graves inundaciones, favorecidas por la compactación del suelo después de 10 años de sequía.
Todos estos condicionantes comportan que el Círculo de Yélimané sea una de las zonas con mayor emigración de Mali; concretamente, un 25’5% de los hombres entre 14 y 30 años.
En este contexto, trabajamos, junto con AMSCID (una ONG local que lleva más de 20 años trabajando en el Círculo de Yélimané), con asociaciones cooperativas de mujeres desde 2014 en un proyecto a largo plazo que se ha ido desarrollando a través de distintas etapas con el eje central de la construcción o rehabilitación de pozos y la instalación o ampliación de huertos. Ello se hace mediante la cesión a perpetuidad de tierras municipales, comunales e incluso de propiedad privada a cada asociación para el cultivos de huertos comunitarios, ya se realiza de forma oficial, con el aval de los ayuntamientos y registrada legalmente. Estas acciones van acompañadas de formación en técnicas mejoradas de cultivo agroecológicas y respetuosas con el medio ambiente.
Paralelamente, se forma a las mujeres en sus derechos y en gestión asociativa y se trabaja para reforzar las asociaciones para que estén en las mejores condiciones para gestionar los huertos y los pozos. En el marco de la primera fase del proyecto se constituyeron 4 coordinadoras cantonales que agrupan a todas las asociaciones de mujeres horticultoras (participantes del proyecto o no), para facilitar el intercambio y la suma de esfuerzos. Las mismas mujeres optaron por este método, pues las dificultades de comunicación y movilidad no hacían viable crear una sola coordinadora. Las 4 coordinadoras realizan asambleas periódicas y reuniones entre ellas a modo de coordinadora de coordinadoras.
En la siguiente etapa, se ha profundizado en la formación agrícola y se ha trabajado para la adecuación de los cultivos a cada época el año, de forma que los huertos han pasado a producir excedentes. Y para asegurar una venta en mejores condiciones, se ha dotado a las asociaciones de secadores solares y otra maquinaria para la transformación y conservación de los productos, de forma que estén disponibles todo el año para las horticultoras y también para que lleguen en las mejores condiciones a los distintos mercados semanales de la zona. Hay que tener en cuenta que un 26’3% de hogares se encuentra a una distancia de entre 4 y 15 km. de un mercado, y un 46’1% a más de 15 km. También se ha seguido reforzando a las asociaciones mediante la formación de nuevas lideresas y la formación general a las mujeres centrada en nutrición, higiene y saneamiento y participación comunitaria.
Pero el proyecto no sólo ha mejorado la alimentación, los ingresos y la salud de las horticultoras y sus familias y ha reforzado a sus asociaciones, también ha supuesto un gran paso adelante en el empoderamiento y la participación de las mujeres.
En noviembre de 2016 se celebraron elecciones municipales en Mali. Ante esta perspectiva, las asociaciones de mujeres, impulsadas por las coordinadoras cantonales que se habían creado bajo el impulso del proyecto, empezaron a movilizarse para exigir que se las tuviese en cuenta en los programas y las candidaturas de los diferentes partidos en los diferentes municipios y también para incentivar la participación de las mujeres en las elecciones. El resultado fue una movilización de las mujeres sin precedentes en el Círculo de Yélimané: Se consiguió que 223 mujeres fuesen candidatas (en todo Mali hubo 3.370); que 22.783 mujeres votaran (casi un 55% de las electoras, una participación mucho más alta que la de los hombres) y que 54 mujeres fuesen elegidas concejal (de 162 electos; es decir, casi la tercera parte), frente a las 6 que lo fueron en las elecciones anteriores en 2009, i que entre ellas fuese elegida la primera alcaldesa de la historia de Yélimané, concretamente en el municipio de Diongaga. Estas concejalas han creado la Red de Mujeres Electas del Círculo de Yélimané para sumar fuerzas y compartir experiencias.
Esta realidad nos planteó un nuevo reto: la formación de las mujeres electas. Así, el proyecto incorporó su formación específica en descentralización, mujeres y desarrollo local, gobernanza y derechos humanos y derechos de las mujeres. Al final de las jornadas de formación, las mujeres demandaron seguir con su formación puesto que afirmaron encontrarse con grandes dificultades para ejercer sus responsabilidades y gran desconocimiento del funcionamiento municipal.
También se incorporaron talleres sensibilización de los hombres electos sobre derechos de las mujeres y participación de las mujeres en el desarrollo local; se había previsto una participación de entre 14 y 21 hombres electos de los 7 municipios implicados en la fase actual del proyecto. La actividad fue todo un éxito y participaron 52 electos de los 12 municipios, entre ellos los 11 alcaldes (la alcaldesa participaba de la formación específica a las mujeres), que demandaron también ser partícipes de la formación municipal.
Fruto de las demandas, la etapa que iniciaremos el próximo año incorporará la formación de hombres y mujeres en diversos aspectos de la gestión municipal con perspectiva de género.
El proceso es trabajar la siguiente etapa con asociaciones que hayan participado en la anterior e incorporar nuevas asociaciones para maximizar la socialización de los aprendizajes. Hasta el momento, hemos trabajado con 27 asociaciones y una 4.500 mujeres.noviembre 6, 2020 a las 12:55 pm #957AlbaModeradorBuenas!
Me han parecido muy interesantes las aportaciones de las compañeras, no conozco ninguna película que trate estas temáticas, pero me apunto las que se han mencionado.
Reitero en lo que han comentado arriba sobre la colonización… y es que tras el colonialismo las desigualdades aumentaron. Además, viendo esos tres vídeos, me he dado cuenta de que por muy buna intención que tenga la gente de hacer voluntariado, la forma de ayudar muchas veces no es la adecuada. Ya lo comenté en el anterior módulo, pero a veces se va a “ayudar” con la idea de que la población africana no sabe gestionar sus problemas, y por ello se les infantiliza, como si dependieran de occidente. Sin embargo, la realidad es muy distinta y es que el capitalismo se nutre de la opresión de las mujeres y del empobrecimiento de los países del sur, ya que se explotan sus riquezas y están condenados a pagar la deuda externa. Por ello, es importante colaborar desde una relación horizontal en la que ambas partes aporten sus experiencias y conocimientos hacia el desarrollo, dejando un lado los prejuicios acerca de la cultura africana.
Respondiendo a la pregunta sobre el “imaginario social” más generalizado acerca de las mujeres africanas y su relación con la economía, diría que se tiende pensar en la mujer que se centra en los cuidados del hogar, la crianza de los y las hijas, sin apenas educación, dependiente de un hombre ya que tiene pocos recursos. No nos paramos a pensar en una mujer activista que lucha por sus derechos, en una mujer con principios opuestos a su familia e incluso al estado, en una mujer rebelde o en una mujer empresaria…noviembre 7, 2020 a las 10:09 am #966MEZZAMIModeradorHola a todas.
Estoy impresionada por la riqueza de los intercambios sobre todo porque llego tarde al foro con la lectura de las 44 participaciones. Muy interesante todas las sugerencias de lectura, de película. Me reí mucho con las pequeñas películas críticas con los estereotipos. Sobre este tema puedo contribuir con un libro que me gustó mucho “Negra no es mi profesión” (Noires n’est pas mon métier)
Testimonios de 16 actrices. Denuncian la discriminación y los estereotipos de los que son víctimas las mujeres negras y mestizas en la industria cinematográfica francesa, pero también en la televisión, en el teatro y en el mundo cultural en general. Lo leí en francés, no sé si está traducido.
Por lo demás, a nivel del curso me interesaron especialmente las cuestiones y problemas planteados en relación con el acceso a la tierra y a la formación profesional (incluida en la agricultura). Todas las encuestas participativas que realicé con mujeres en proyectos rurales terminaron en estas cuestiones problemáticas.
He intervenido como experta en varios estudios preliminares (proyecto sobre el cambio climático) y ya he tenido que luchar con otros investigadores (hombres y mujeres) para que se pongan de acuerdo en que se deben hacer recomendaciones sobre estos temas. Y también tuve que luchar por hacer grupos de discusión no mixto en cuanto al género para que las mujeres pudieran expresarse limitando el control social.
Debo decir que cualquiera que sea la composición de los equipos (franceses, internacionales o africanos), ya sean mujeres u hombres, el trabajo de formación y de conocimiento que hay que hacer sobre estos temas es enorme. Y desafortunadamente no creo que las ONG hayan hecho muchos progresos, a pesar de los discursos. Encuentro más atención en organizaciones del sistema de las Naciones Unidas como el FIDA y la FAO.
Gracias por su acuerdo con la petición de Tamara. -
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