Respuesta a: Módulo 4

#925
Almu_gb
Moderador

Hola a todas,

Me uno a la petición de Tamara, de hacer una lista de las recomendaciones que pueda ser compartida por mail, para poder verlas con más tiempo.

La verdad es que , leyendo el módulo y las aportaciones del foro, estoy reflexionando mucho sobre el papel de la mujer africana en la economía, pero no sabría responder a las primeras preguntas que planteaba Marian, las encuentro muy generalizadas y sigo dándole vueltas. Por mi trabajo en cooperación, me he encontrado con muchas realidades diferentes relacionadas con esto y creo que en concreto en cuanto a mujer y economía hay muchas situaciones diferentes dependiendo del país africano y de la zona de la que se hable.

Sólo en Uganda, uno de los países dónde más años he trabajado, encontré realidades muy distintas… desde mujeres que se iniciaban en la vida laboral con microcréditos para pequeños negocios (https://www.youtube.com/watch?v=ShluvLjgKVs) a emprendedoras en el área rural con negocios más grandes (https://www.youtube.com/watch?v=F-7OsewjFf8) , hasta mujeres con sus cadenas de tiendas de moda en grandes centros comerciales (https://www.youtube.com/watch?v=gW_D1ZuZWHI) empresarias, etc. Todo ello realidades distintas en un mismo país. Unas más perjudicadas por leyes de propiedad, otras rompiendo la barrera de lo que es culturalmente aceptado… Aunque, en definitiva, poco a poco se va consiguiendo una igualdad o al menos un acceso a la economía.

Por otro lado, en Guinea Bissau dónde trabajo actualmente, las chicas jóvenes prefieren terminar sus estudios en las ciudades o emprender un negocio en la capital antes que quedarse en las zonas rurales, huyendo de la precariedad económica y de matrimonios prematuros. No se si estáis de acuerdo en que las familias africanas se sostienen sobre los hombros de la mujer y son ellas las que más trabajan, aunque no sean dueñas de la tierra o de los ingresos producidos. Esto es más evidente en las zonas rurales que siguen estando asociadas a la pobreza y la precariedad.

Creo que también en las ciudades, dónde la comunicación y la información es mayor, pueden darse eses ejemplos que ponía al principio de igualdad en cuanto a trabajo o importancia económica entre géneros. Pero en las áreas de incidencia de la cooperación, como lo son, por ejemplo, los campos de refugiados o la zona rural, queda aún muchos pasos que dar.

Esto me lleva a contestar a la pregunta que se planteaba sobre cómo se podría descolonizar” la mente de la Cooperación al Desarrollo ..que no sea (como un buen amigo con muchos años de experiencia en África me decía) un “circo humanitario”.

Creo que un primer paso es hacer, redactar los proyectos con la gente local. Dedicar más tiempo y recursos a conocer bien la realidad local, si ya existen asociaciones o redes locales de organización económica o social, apoyarse en ellas y ver que propuestas tienen, que necesidades son las más importantes o cuales son los problemas que más sufren. Habrá casos en que los proyectos tendrán que ir dirigidos sólo a la mujer, pues suelen ser las más vulnerables a la pobreza y al acceso a la educación o a la riqueza. Pero otros será más necesario incidir sobre la igualdad de género. Por ejemplo, de las 63 asociaciones de mujeres hortícolas con las que trabajamos, 23 de ellas tienen en sus cargos más altos a hombres, pese a que la mayoría no ha puesto un pie en la huerta. En este caso si son asociaciones de mujeres, deberíamos procurar que los cargos con más poder de decisión estuvieran liderados por ellas, especialmente si el hombre que tiene el cargo no aporta nada a la asociación. O incidir más sobre la igualdad, y promover la participación igualitaria de mujeres y hombres en todas las actividades de la asociación.

Pero como decía al principio, independientemente de cada realidad, es importante que desde la cooperación al desarrollo se cuente más con a quién va dirigido el proyecto que con quién lo trae o ejecuta.